POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 201

La policía disuelve una concentración de ciudadanos que celebraban los 17 años de la entrada de Polonia en la UE. El derecho de reunión se ha visto limitado por la pandemia. (Cracovia, 1 de mayo de 2021). GETTY

Efectos secundarios

La pandemia es un test a la democracia en la UE. Unos pocos países revalidan la fuerza de sus instituciones y la confianza de los ciudadanos. La mayoría sale con una democracia debilitada.
Sophia Russack
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Una democracia que funciona comprende varios elementos cruciales. Entre ellos, elecciones libres y justas; un poder judicial independiente; instituciones representativas; una administración imparcial; el respeto de los derechos fundamentales y del Estado de Derecho; un Parlamento que ejerza sus funciones de control correctamente, con una oposición fuerte; medios de comunicación libres; y el compromiso participativo de los ciudadanos.

Antes de la pandemia, Europa era calificada la segunda región más democrática del mundo, con el 93% de sus países clasificados como democracias por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. Sin embargo, desde hace una década la calidad de la democracia europea está en declive, sobre todo debido al debilitamiento de los controles al gobierno, la limitación del espacio cívico y el aumento de los partidos populistas y extremistas.

La situación parece haber empeorado desde que comenzó la pandemia. Las medidas adoptadas por los gobiernos para contener el virus han recortado, como nunca antes, libertades democráticas fundamentales de los ciudadanos. Es difícil lograr proporcionalidad con medidas que socavan las libertades de movimiento y expresión y el derecho de reunión, y los gobiernos han sobrepasado (o podrían haberlo hecho) los límites constitucionales de sus poderes. Al mismo tiempo, los parlamentos han visto limitada su labor legislativa y de control democrático (en especial los partidos de oposición) por la necesidad de trabajar a distancia. Además, las medidas de confinamiento han afectado –en algunos casos, amordazado– a los medios de comunicación en varios países.

Para comprender mejor de qué modo la pandemia ha afectado a la democracia en la UE, la Red Europea de Institutos de Políticas (EPIN, en inglés) ha analizado 19 casos nacionales. Los think tanks que han contribuido al estudio son representativos de la diversidad de puntos de vista de la Unión Europea, de su población y geografía….

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