A principios de los años sesenta, caracterizados por la oleada de independencia en África, el ecologista Rene Dumont afirmaba: “África ha empezado mal”. Esta frase vuelve a la mente natu ralmente cuando en 1992, 32 años después, se constata que África es un continente en regresión.
En efecto, el mundo africano se hunde en la anarquía por la multipli cidad dé conflictos internos, se empobrece bajo el peso de un verdadero desastre económico y se sumerge en una crisis que va mucho más allá de estos aspectos, hasta alcanzar los ámbitos sociales y culturales que constituyen la herencia histórica del continente.
El fracaso de la transposición de nuestros modelos sociales al universo subsahariano es un hecho tan desastroso en algunos aspectos como el fracaso del sistema comunista en Europa del Este y en la URSS. Lo dramatico para el orden social del mañana se deriva precisamente de la simultaneidad del fracaso ideológico, político, económica, social y cultural de tres mundos: el mundo comunista, el mundo árabe-musulmán y el mundo africano negro. El nacimiento y el desarrollo de una zona de depresión que se extiende desde el estrecho de Bering hasta el cabo de Buena Esperanza, se prepara para un conjunto de crisis que amenaza con desintegrar a estas sociedades. Esta situación constituye un riesgo muy serio para los oasis de seguridad y de prosperidad que son el continente norteamericano, Europa occidental, Japón, y su esfera de coprosperidad.
Después de haber intentado analizar objetiva y ponderadamente la evolución del continente africano y tras haber intentado situarla en el contexto actual, tendremos que dilucidar las causas fundamentales que han provocado este estado de cosas para poder concebir cómo sería …

De la Europa conquistadora a la Europa conquistada
Repsol en Hispanoamérica