POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 206

Emmanuel Macron recibe a Olaf Scholz en el Elíseo en la primera visita de Estado del canciller alemán a Francia (París, 10 de diciembre de 2021). GETTY

Francia-Alemania: un eje crucial pero sin ritmo

Las estructuras de cooperación París-Berlín no están dando los resultados esperados debido a las diferentes culturas estratégicas. El actual contexto europeo podría reactivar la relación.
Claudia Major y Sven Arnold
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Cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, tomó posesión del cargo en 2017 no podía esperar un contexto más favorable para promover la relación franco-alemana y las iniciativas europeas, incluso en materia de defensa. El nuevo presidente había realizado una campaña muy eurófila y había puesto un gran entusiasmo en la “pareja franco-alemana”. El Brexit, la crisis migratoria y la inestabilidad en la frontera Sur de Europa, así como la nueva administración estadounidense presidida por Donald Trump, habían empujado a los europeos, liderados por Berlín y París, a lanzar nuevas iniciativas como la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO, por sus siglas en inglés) y el Fondo Europeo de Defensa. En Bruselas se fijaron grandes ambiciones.

El Consejo de Defensa y Seguridad franco-alemán del 13 de julio de 2017, justo después de la elección de Macron, simbolizó el énfasis puesto en la cooperación bilateral en materia de defensa. En dicho Consejo se tomó la decisión de (re)lanzar de manera conjunta una serie de programas de cooperación industrial de una naturaleza y ambición sin precedentes. El Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS), el Sistema Principal de Combate Terrestre (MGCS) y el Sistema de Guerra Marítima Aerotransportada (MAWS) debían desarrollarse y, a largo plazo, convertirse en proyectos europeos. El helicóptero de combate Tigre debía modernizarse conjuntamente con España. París y Berlín también anunciaron el estudio de concepto del EuroDrone o EuroMALE –acrónimo de Medium Altitude Long Endurance– junto a España e Italia. Asimismo, se iniciaron los trabajos de armonización de las políticas de exportación de armas. Este impulso a la cooperación industrial y de capacidades incluía una clara visión política: París y Berlín querían reforzar la capacidad de acción de la Unión Europea y añadir una dimensión industrial de defensa a la autonomía o soberanía estratégica europea.

Cinco años después, los resultados son dispares. Hay…

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