Autor: Krishan Kumar
Editorial: Pasado y presente
Fecha: 2018
Páginas: 656
Lugar: Barcelona

Imperios

Andrea Rodríguez Valdés
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La Segunda Guerra Mundial y, en especial, la década de los sesenta, período clave de la descolonización, marcaron un antes y un después en la manera de concebir las organizaciones territoriales. Los últimos vestigios imperiales desaparecían –al menos sobre el papel–, para dar paso a un mundo que se organizaría de ahí en adelante mediante la figura del Estado-nación. Sin embargo, con la globalización parece que el imperio vuelve a extenderse por todas partes como si de un pulpo gigantesco se tratase.

En un asunto saturado ya de obras y teorías diferentes (Lenin, Hobson, Cooper, Negri, Hardt…), sobre el que parecía que no se podía decir más. Krishan Kumar, sin embargo, describe con destreza y brillantez la historia de varios imperios intentando descifrar sus bases ideológicas y acercándose a los pensamientos de las élites gobernantes para entender cómo concebían su misión imperial, y también establecer las causas de su desaparición. Imperios. Cinco regímenes imperiales que moldearon el mundo es una obra con aportaciones originales donde el autor señala que los imperios son los primeros ejemplos de poder global y de organización multinacional, que han ido evolucionando y mutando a partir del imperio Romano.

El libro se estructura en siete capítulos. El primero introduce unas ideas básicas y luego Kumar dedica el resto del libro a estudiar imperios concretos: el Romano, el Otomano, el Habsburgo –incluyendo aquí la rama española–, el Ruso/Soviético, el Británico y el Francés.

A primera vista, llama sin duda la atención la elección de los casos de estudios, por los posibles sesgos que podrían estropear el análisis. Los imperios escogidos son muy diferentes entre sí, algunos de ultramar y otros territoriales, y además son cronológicamente muy distantes, por lo que resulta difícil hacer comparaciones. Por otro lado, el lector se preguntará por qué se eligen esos imperios y no otros. ¿Qué hay de los imperios alternativos como el inca? ¿O del imperio estadounidense? ¿Por qué no hablar de imperios no occidentales como el chino o el indio? Kumar, consciente de esto, hace unas aclaraciones en el prólogo: “En lo que se refiere a la elección de los imperios, constituye un reflejo de mis gustos e intereses, así como de los límites de mis conocimientos”.

 

Nuevos imperios

En esta obra tan exhaustiva, es muy recomendable acercarse a la comparación que hace Kumar entre imperio y nación. A pesar de sus evidentes diferencias, el autor es capaz de ver convergencias, estableciendo que en ambos se pretende llevar a cabo una fusión o una simbiosis entre el pueblo y la identidad política, y, en sus propias palabras, «el imperialismo y el nacionalismo se retroalimentaban para dividir el nuevo mundo y sus pueblos».

Pero no solo el proceso de globalización hace que recordemos los imperios. Esas antiguas metrópolis que intentaban eliminar de su historia su pasado imperial, como Francia después de su papel en Argelia, ya no parecen sentir tanto pudor. Sarkozy, de hecho, lo recordaba hace unos años incluyendo como asignatura obligatoria en las escuelas la historia colonial francesa o llenando las calles de exposiciones que reforzasen la contribución positiva de Francia al desarrollo de la civilización.

En definitiva, parece evidente que la figura imperial aún no se la debe dar por enterrada. Merece la pena, pues, acercarse a obras como la de Kumar para entender las dinámicas actuales de la sociedad internacional. Al fin y al cabo, los Imperios aún tienen muchas cosas que enseñarnos.