POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 112

India: de ceros y unos al infinito

El dinamismo de la sociedad y la economía indias son un paradigma del impulso de las tecnologías de la información y la comunicación. El segundo país más poblado presenta un diseño insólito donde se mezclan creatividad, diversidad, democracia y tradición.
José María Lassalle
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Oriente es Oriente y Occidente es Occidente, y nunca los dos se encontrarán.

Rudyard Kipling 

 

Durante los siglos XVIII y XIX, India se convirtió a ojos de los europeos en un gigantesco caos adormecido por la pasividad despótica que imponían los trópicos. Carlos Marx llegó a decir que los británicos tenían allí una doble tarea: destruir la sociedad asiática y regenerarla mediante el establecimiento de los fundamentos de una sociedad occidental. ¿Acaso no era ésa también la intención que ocultaban las palabras de Winston Churchill cuando afirmaba que el gobierno británico aportaba el continente institucional que evitaba que se desparramase el contenido autóctono del país asiático? Sin el llamado British Raj, ¿qué sería India sino una confusa expresión geográfica? 

Asomarse a la realidad de India hoy permite sostener que los prejuicios orientalistas descritos por Edward Said están relativamente superados. Lo demuestra la falta de sentido que encierran las palabras de Churchill. Después de casi 60 años de la independencia del país, las dudas sobre su supervivencia y viabilidad se han visto desmentidas. Incluso, la insinuación de Kipling de que nunca se encontrarían las fronteras de Occidente y Oriente ha sufrido un sorprendente desmentido en la cotidianidad de la India actual. Dos imágenes lo explican. En una se ve a un jefe de Estado de confesión musulmana que asiste a la toma de posesión de un primer ministro sij educado en Harvard, elegido por los votos de una mayoría parlamentaria formada por el Partido del Congreso y diversas formaciones políticas, entre ellas el partido de los comunistas bengalíes. La otra imagen es aún más reveladora. La ofrece esa comunidad virtual de millones de NRIs (non-resident-indians) y PIOs (persons-of-indian-origin) que se conectan electrónicamente a diario para compartir una identidad cultural que resulta compatible con esa otra que…

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