INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1065

Economista licenciado en la Universidad de Harvard, profesor de la Universidad de Lisboa y miembro de la rama liberal del PSP, Centeno ha demostrado que existen alternativas a la austeridad. GETTY

#ISPE 1065. 8 enero 2018

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Los resultados económicos y financieros logrados por Portugal en 2017 se vieron recompensados de la mejor manera posible: con la designación de su ministro de Hacienda, Mario Centeno, como presidente del Eurogrupo, uno de los organismos más importantes de la Unión Europea y al que podría imprimir una nueva orientación política y un nuevo estilo de gestión.

Aunque concebido originalmente como un mero foro informal para que los ministros de Finanzas de la zona euro intercambiaran opiniones, el Eurogrupo ha terminado supervisando las políticas presupuestarias de los países miembros y los programas de rescate, un papel que ahora Centeno podrá modular, dándole su sello personal.

Lo más importante es que para esa misión contará con la colaboración de Emmanuel Macron y hasta de Angela Merkel y del nuevo presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, que al final tuvieron que rendirse ante la evidencia y reconocer que los flexibles métodos aplicados por Centeno tuvieron mucho mejores resultados que la austeridad a ultranza preconizada por Bruselas, Berlín y la antigua troika.

Si a ello se añade la elección de António Guterres como secretario general de la ONU, es difícil negar que 2017 fue el año de Portugal. Su economía está creciendo a su mayor ritmo en una década, lo que reducirá este año el déficit presupuestario al 1% del PIB, su menor tasa en 40 años. La tasa de desempleo ha caído al 9,2% frente al 17,5% que alcanzó en 2013. En 2016 el PIB creció un 2,6% y este año lo hará un 2,3%. Aunque la deuda pública ronda el 128% del PIB, una de las más altas del mundo, todas las cifras positivas brillan aún más si se tiene en cuenta que el país tuvo que ser rescatado por la UE con una ayuda de 78.000 millones de…

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