INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1125

#ISPE: Xi planta una pica en Italia

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El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, han firmado en Roma 29 acuerdos económicos y un memorándum de entendimiento que permitirán a Italia participar en los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda. Esto indica lo mucho que han cambiado los equilibrios geopolíticos mundiales.

Italia es el primer país del G7 en sumarse a la Belt and Road Initiative (BRI), que unirá el continente euroasiático con una densa red de puertos, carreteras, vías férreas, oleoductos y fibra óptica donde China invertirá un billón de dólares en los próximos 30 años. El propósito es transparente: convertir el antiguo Reino del Medio en el centro de gravedad económico de un centenar de países.

En 1987, el PIB per cápita chino era de 251 dólares. Hoy es de 8.894, 35 veces más. Desde 1978, en el proceso de urbanización más acelerado de la historia, China ha construido viviendas para 550 millones de personas, cifra equivalente a la población europea.

Desde 2009, compañías chinas han adquirido participaciones en 13 puertos europeos, entre ellos un 51% del puerto del Pireo, el más grande de Grecia. Juntos representan el 10% de la capacidad total de embarque de contenedores del continente.

En 2017, el XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) introdujo los objetivos de la BRI en sus estatutos. En 2018, el corolario del proyecto –“la comunidad de destino humano compartido”– se incluyó en la Constitución de la República Popular.

El gobierno italiano cree que las inversiones chinas podrían convertir Génova, Trieste o Palermo en rivales de Rotterdam y Hamburgo. Zeno D’Agostino, presidente de la Autoridad Portuaria de Trieste, piensa incluso que la ciudad podría recuperar la importancia comercial que tuvo en la época del Imperio Austrohúngaro. De hecho, al lado de las infraestructuras de Shanghai,…

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