POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 43

La contrarreforma política de Newt Gingrich

La victoria republicana de 1995 en EEUU, con Newt Gingrich a la cabeza, ha supuesto un terremoto político. El partido controla ahora el proceso legislativo y Clinton se enfrenta a una difícil cohabitación de dos años de duración. Los resultados son indicativos de la frustración que sienten los ciudadanos por el gobierno.
Fernando Delage
 | 

Es imposible mantener una civilización con niñas de 12 años teniendo bebés, chicos de 15 matándose entre sí, de 17 muriendo de sida y de 18 recibiendo diplomas de graduación que no saben leer”. Ante semejante panorama, “lo que está en cuestión no es ser republicano o demócrata, liberal o conservador, sino si nuestra civilización sobrevivirá o no”. Newt Gingrich, autor de las anteriores palabras, es profesor de historia. Además de lector de Spengler, Gingrich, desde el pasado 4 de enero nuevo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, es un hombre con una misión: recuperar los valores de la civilización norteamericana; objetivo que, en su opinión, pasa por reducir la burocracia estatal y purgar de la cultura política del país a la élite liberal. Ante la pretensión de acabar con 60 años de una manera de gobernar, no debe extrañar que la victoria republicana en las elecciones al Congreso del 8 de noviembre de 1994 haya sido calificada como revolución política. 

Por primera vez en 40 años, los republicanos tienen la mayoría en las dos cámaras. Ni un solo republicano presentándose a la reelección perdió su escaño o su puesto de gobernador. Los electores se pronunciaron en masa –el 38 por ciento que votó– contra el partido gobernante, demostrando el acierto de Gingrich al convertir las elecciones en un plebiscito sobre la presidencia. Los republicanos controlan ahora el proceso legislativo y Clinton se enfrenta a dos difíciles años de cohabitación que determinarán sus posibilidades como candidato en 1996. 

La nueva inclinación conservadora se sentirá de manera inmediata en el frente interior, una vez que los republicanos han puesto manos a la obra al cumplimiento de su Contrato con América, manifiesto que firmaron en vísperas de las elecciones 300 candidatos republicanos y que pide una enmienda…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO