Con la industrialización, los usos del agua ?beber, el aseo o el riego? se extendieron al desecho de desperdicios, el consumo energético o la limpieza y refrigeración de máquinas, con lo que se ha consumido, malgastado y contaminado más agua de lo que puede ser sostenible.
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España y América Latina: comunidad de responsabilidad limitada
La ‘patria grande’, ¿un sueño imposible?