AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 34

La transición en su fase más confusa y peligrosa

Ricard González
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La decisión de la Corte de disolver el Parlamento plantea dudas sobre el diseño institucional de Egipto, y puede abrir una confrontación entre el ejército y los Hermanos Musulmanes.

La decisión del Tribunal Constitucional de disolver las dos cámaras legislativas a tan solo dos días del inicio de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales situó a la convulsa transición egipcia en la senda del caos político y legal. La decisión de la corte convirtió en papel mojado la hoja de ruta de la transición establecida por la Junta Militar, plantea numerosos interrogantes sobre cuál será el diseño institucional del país, y puede abrir una confrontación directa entre el ejército y los Hermanos Musulmanes.

Según el calendario establecido por la Junta, y aceptado por la mayoría de las fuerzas políticas, tras la celebración de las elecciones legislativas del pasado invierno, el nuevo Parlamento debía escoger una Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva Carta Magna del país. La Asamblea dispondría de un plazo de tiempo relativamente corto para desempeñar su labor, pues la Constitución debía estar finalizada antes de la conclusión de las elecciones presidenciales de junio. En teoría, la última etapa del proceso de transición consistiría en la entrega de los poderes al nuevo presidente electo por parte de la Junta Militar, el día 30 de junio. 

No obstante, el bloqueo de la Asamblea Constituyente por las desavenencias entre laicos e islamistas y la sentencia del Tribunal Constitucional disolviendo las cámaras, obligan a un cambio de planes, y hacen presagiar un nuevo periodo de turbulencias en un proceso de transición contencioso. La situación de confusión y confrontación actual es la conclusión lógica de 15 meses marcados por la lucha de poder entre los principales actores políticos.

Para ser exitoso, un proceso de transición hacia un sistema democrático requiere, por…

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