INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1443

La inscripción “Si caemos, ustedes serán los siguientes” es visible en las gradas antes del partido de la Premier League ucraniana entre el FC Karpaty Lviv y el FC Metalist 1925 Kharkiv el 22 de noviembre de 2025 en Lviv, Ucrania. GETTY.

La UE busca voz en el plan Trump

La propuesta de paz impulsada por Donald Trump ha obligado a las capitales europeas a reaccionar con cautela, inquietud y urgencia. La presión que ejerce Washington coincide con un momento en el que la Unión Europea se ha convertido en el principal sostén financiero y militar de Ucrania.
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La UE encara una de las semanas más delicadas desde la invasión rusa de Ucrania. El temor en Bruselas es claro: o consigue influir en el acuerdo o corre el riesgo de quedar relegada a mero pagador de una paz frágil.

El plan de Trump gira en torno a cuatro elementos. El primero es una cesión de facto de territorios del este de Ucrania, incluida parte de las zonas actualmente bajo control de Kiev. El segundo, la renuncia del país a entrar en la OTAN, sustituyendo esa aspiración por un estatus de neutralidad vigilado. El tercero, una reducción muy significativa del tamaño y capacidad del ejército ucraniano. Y el cuarto, un mecanismo para articular la contribución económica de Rusia.

Donald Tusk expresó la disposición de Polonia a estudiar el plan, pero añadió una advertencia que da idea del nivel de desconfianza que se tiene sobre Washington en este lado del Atlántico: “hemos declarado nuestra disposición a trabajar en el plan de 28 puntos a pesar de algunas reservas. Sin embargo, antes de comenzar nuestro trabajo, sería bueno saber con certeza quién es el autor del plan y dónde fue elaborado”, en referencia a las informaciones que señalan que el plan de Trump es en realidad una hoja de ruta escrita por Moscú.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha marcado tres líneas rojas que deben guiar cualquier negociación seria. La primera es que las fronteras de Ucrania no pueden alterarse por la fuerza. La segunda, que ningún acuerdo puede imponer límites al tamaño o a la capacidad de defensa del ejército ucraniano. Y la tercera, que la UE debe estar en la mesa de negociación como actor central, no como observador externo.

Europa es hoy el principal apoyo de Ucrania. La UE y sus Estados…

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