AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 76

En mayo de 2025, tras un nuevo periodo de violencia, cientos de libios, tanto del este como del oeste, protestaron contra sus gobiernos. Trípoli, 23 de mayo de 2025./ hazem turkia/anadolu via getty images

La Unión Europea frente a la crisis libia: un fracaso (geo)político

La acción europea, centrada en la migración y la seguridad, ha reducido a Libia a una periferia funcional entre Europa y África, en detrimento de un enfoque político a largo plazo.
Virginie Collombier
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Es una de las paradojas más evidentes de la política exterior europea contemporánea: justo cuando Ursula von der Leyen prometía, en 2019, dirigir una “Comisión geopolítica” y romper con la tradición tecnocrática de Bruselas, la Unión Europea (UE) veía cómo su influencia se desplomaba en la crisis más cercana y estratégica de su entorno: Libia.

“Europa debe aprender a hablar el lenguaje del poder”, afirmaba entonces Josep Borrell. Sin embargo, seis años después, el balance es amargo: en su flanco sur, el Mediterráneo se ha convertido en un espacio de confrontación militar, donde la presencia europea se difumina frente a la de Turquía y Rusia. El sueño de una Europa capaz de influir en su entorno se ha estrellado con la realidad de un contexto cada vez más militarizado y menos europeo.

La fallida ofensiva del mariscal Jalifa Haftar contra Trípoli en 2019, que reavivó la guerra civil, marcó un giro decisivo. Mientras las capitales europeas vacilaban y se contradecían, Moscú y Ankara actuaban: la primera para apoyar a Haftar y sus fuerzas, la segunda para ayudar al gobierno reconocido por la ONU. En pocos meses, ambas potencias instalaron bases, desplegaron mercenarios y tomaron el control de aeropuertos, puertos e infraestructuras estratégicas, a pocos centenares de kilómetros de las costas italianas.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Qué instrumentos utiliza la UE para intervenir en el conflicto y por qué parecen tan poco eficaces? Desde 2011, la UE ha movilizado misiones de seguridad (EUBAM, EUNAVFOR MED Sophia y luego Irini), miles de millones de euros en ayuda humanitaria y de estabilización a través del Fondo Fiduciario para África, e incluso patrocinó la Conferencia de Berlín para intentar relanzar el proceso político en 2021.

Sin embargo, esta movilización no ha bastado para transformar Libia en un socio estable ni…

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