POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 213

Bandera de EEUU en un microchip en una placa base. GETTY

Microprocesadores, el corazón de los ejércitos y del poder tecnológico

La digitalización sitúa el diseño y producción de microprocesadores como variable esencial en la balanza de poder mundial. La carrera por la supremacía en los chips no está aún decidida.
Javier Sánchez-Pita
 | 

Corría enero de 1991 cuando se produjeron los primeros bombardeos estadounidenses sobre Irak. Había comenzado la guerra del Golfo. Estados Unidos no había participado en ninguna contienda militar de envergadura desde Vietnam, país que abandonó en 1973. Eran muchos quienes miraban al golfo Pérsico con el temor de que aquella nueva guerra acabara de forma desastrosa como Vietnam 20 años antes. En el país asiático los bombardeos fueron poco efectivos. Sin embargo, en las primeras horas de ataques en Irak, las comunicaciones ya estaban fuera de combate y las fuerzas iraquíes descoordinadas y en retirada. Mientras en Vietnam los sistemas de guiado se apoyaban en antiguos tubos de vacío, en Irak la tecnología había evolucionado incorporando microprocesadores que permitían ser 10 veces más precisos.


Publicidad


Desde la invención del transistor en 1947 en los laboratorios Bell, el gobierno de EEUU había impulsado el desarrollo de aplicaciones militares que hicieran uso de microprocesadores. El liderazgo tecnológico se había convertido en la llave para el liderazgo militar.

El éxito estadounidense había sido posible gracias principalmente a dos factores. Por un lado, el apoyo gubernamental a empresas como Texas Instruments para desarrollos y aplicaciones militares y, por otro, el amplio crecimiento del mercado que durante los años setenta y ochenta vio cómo se multiplicaba el uso masivo de aplicaciones por la población en general.

La relevancia para la supremacía mundial de los microprocesadores se ha acrecentado desde entonces con los procesos de digitalización en todas las áreas. La defensa de la supremacía mediante ejércitos y armas nucleares ha dado paso a una guerra más sigilosa basada en la tecnología. El mercado, por su parte, ha evolucionado hasta la compleja situación en la que nos encontramos hoy.

Hasta los años ochenta la industria de los semiconductores estaba verticalizada. Esto es, las compañías eran dueñas…

INICIA SESIÓN PARA SEGUIR LEYENDO