POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 216

Mohamed Toumba, una de las principales figuras del Consejo Nacional para la Protección de la Patria (Niamey, 6 de agosto de 2023). GETTY

Níger, golpismo de costa a costa

El golpe de Estado confirma la pérdida de influencia de Francia en el Sahel, pero los análisis sobredimensionan el papel de Rusia y minimizan factores internos que explicarían la asonada.
Oriol Puig Cepero
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Níger, país más empobrecido de la Tierra y olvidado hasta ahora por los medios de comunicación occidentales, ha acaparado la atención internacional este verano por el golpe de Estado contra el presidente democráticamente elegido, Mohamed Bazoum, el último aliado de Francia en el Sahel. Si bien la toma del poder militar no debería ser novedad en esta excolonia francesa, donde el ejército ha ejercido de árbitro político desde su independencia en 1960, siempre a la sombra de la Françafrique, la diferencia es que ahora son los intereses del Elíseo los amenazados. La lucha contra el yihadismo, la contención migratoria europea, la extracción de uranio, o la inminente exportación de petróleo, son algunas de las piezas en juego.

He aquí que el foco se haya puesto en este enclave en pleno desierto del Sáhara, tan desconocido para el mundo como para los supuestos “expertos” que ahora se prodigan en tertulias y tribunas y que, en su tablero de risk propio de la Guerra Fría, desmerecen lógicas internas y regionales que, por omisión, evidencian desconocer. Sin duda, las artimañas del enemigo público número uno occidental, Vladimir Putin, con sus mercenarios de Wagner y su expansión por la región; los intereses económicos, sobre todo energéticos de París, que dan nombre a la Ciudad de la Luz a costa del uranio de las dunas; o el recelo de Estados Unidos a perder capacidad de acción en África en favor de actores orientales –no solo de China, también de Turquía o Arabia Saudí– son factores trascendentes a tener en cuenta. También el retorno al autoritarismo castrense de los vecinos Mali y Burkina Faso, y de otros países africanos como Chad, Sudán, Guinea o Gabón, debe considerarse.

Sin embargo, el secuestro de Bazoum en el palacio presidencial por parte de su guardia personal el pasado…

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