El país más poblado de África celebra elecciones el 2 de abril en medio de la división. Con unas enormes reservas de petróleo y un creciente islamismo, Nigeria es clave para la estabilidad africana.
En la intersección entre África subsahariana, el Sahel y el golfo de Guinea está Nigeria, un país con 250 grupos étnicos y 450 lenguas. El Estado más poblado del continente, con 150 millones de habitantes, es además el primer productor de petróleo en África subsahariana, el sexto mundial, y suministra el 10 por cien de las importaciones del petróleo de Estados Unidos. Sus recursos minerales, agrícolas, energéticos e hidrológicos le convierten en un verdadero gigante de África Occidental y en la segunda potencia continental, después de Suráfrica.
Pero Nigeria es en realidad un gigante con pies de barro, enfrentado desde su independencia a graves contradicciones internas (históricas, regionales, étnicas y confesionales), que dan lugar a diversas fuerzas centrífugas. La concentración de sus exportaciones, un 90 por cien hidrocarburos, la dependencia alimentaria por el abandono de la agricultura, la corrupción endémica y la mala gestión pública, sobre todo, durante las sucesivas dictaduras militares, condenan al 75 por de la población nigeriana a vivir bajo el umbral de pobreza absoluta. Nigeria ocupa el puesto 142 del Índice de Desarrollo Humano 2010, de un total de 169 países…

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