El rapto de Europa

El estilo de largo aliento que transmite esta obra excepcional sorprende al lector desprevenido. Con un exquisito cuidado literario, El rapto de Europa sobresale entre los muchos proyectos que dejó el siglo XX. Luis Díez del Corral escribe sin prisa, como se escribía entonces. Expone cuál es la esencia de Europa, que por una parte raptó al mundo al extender su cultura y sus valores, y por otra fue raptada, pues dicha esencia fue fruto también de un proceso de aprendizaje e integración de las diversas culturas.

La primera edición fue publicada por Revista de Occidente en 1954. Una segunda versión la realizó Alianza en 1974. Transcurridos 50 años desde la publicación original, la lectura, de nuevo, descubre otros atractivos enfoques y perspectivas, propios de los clásicos, quienes perduran porque trascienden el espacio y el tiempo.

Díez del Corral diagnostica la incertidumbre que se apodera del continente vanidoso capaz de forjar la única historia universal. Describe con brillantez el despliegue histórico de Japón, o el anuncio de un futuro llamado China, profecía de un escritor que utiliza los “futuribles”.

Nos enseña que la política es el secreto de Europa y que vivir bajo el imperio de la ley es la forma genuina de vida humana. Pero Europa no es inocente, ni puede disfrazar su desgracia apelando a la maldad de sus enemigos. Nos regaña, asimismo, por la relación pasional que los españoles mantienen con los conflictos políticos y sus cauces civilizados de resolución. Europa se ha fabricado la mayor parte de sus desdichas, pero el viejo continente, víctima de su éxito, está pagando ya, en pleno siglo XXI, buena parte de sus culpas.

A partir de tan sólidos cimientos, Díez del Corral construye un edificio conceptual que abarca la política y la cultura en sus más altas cimas, dejando al margen ámbitos sociales o económicos, que nunca llegó a dominar.

De sus nueve capítulos, merece especial atención “Europa desde España”. El autor tiene claro cuál es el horizonte que permite atisbar un rayo de luz. Es cierto que para España ser europea ha sido una opción asumida libre, a diferencia de nuestros vecinos situados en el corazón del continente por razones estrictamente físicas, que no admiten ninguna controversia científica o ideológica.

Es muy significativa la reflexión sobre la actitud de los españoles ante la vida pública, tan distinta del pragmatismo anglosajón o la prudencia disfrazada de otros pueblos. España es, para el autor, el “compendio” de Europa.

Ya nadie escribe libros como El rapto de Europa. Hoy día no se puede esbozar siquiera una interpretación histórica de nuestro tiempo. Tampoco cuentan los autores contemporáneos con el bagaje apropiado. El humanismo al modo clásico pierde posiciones.

Esta nueva edición rescata un clásico que ofrece las claves interpretativas sobre el momento social y político actual de Europa.