Pemex anunció en mayo que está perforando en el pozo de Maximino, de reciente descubrimiento. Según la empresa, allí podría haber entre 674 y 1.570 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. El hallazgo es prometedor, pero provoca cierto escepticismo.
Una producción diaria de petróleo crudo a la baja, importación de gasolinas que representan 50 por cien del volumen que consume el país, un monopolio estatal que administra el 100 por cien de la oferta nacional de energía eléctrica, los altos precios internacionales del gas natural, un subsector petroquímico casi inexistente, y subsidios a los precios finales de las gasolinas y de la energía eléctrica. En términos generales este es el panorama del sector energético mexicano que ha heredado la administración del actual presidente, Enrique Peña Nieto, quien tomó posesión del cargo el 1 de diciembre de 2012…

Tres victorias islamistas, ¿y después?
La revolución debe continuar, su espíritu sigue vivo
ASEAN en el horizonte
Las causas del superávit comercial chino
Tras la muerte de Navalni
El futuro del control de las armas nucleares
Carta de América: Nunca es tarde para las sorpresas en Washington
Año decisivo para Af-Pak
Una agenda iberoamericana de las migraciones
Sobrevivir sin el gas ruso
Aumento del yihadismo
Agenda latina