POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 212

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Una lengua de prosperidad, emprendimiento y cultura

La acción exterior de España debe redoblar esfuerzos para apuntalar la pujanza del español en un momento de cambios globales profundos. Nuestra lengua es un activo económico y puente cultural en Europa, América, Asia y África.
José Manuel Albares
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Nos hallamos en un momento de cambio histórico para nuestro idioma y su impacto en el mundo. Las tecnologías del lenguaje se están convirtiendo en una nueva forma de comunicarse a través de novedosas herramientas como los asistentes de voz, las voces artificiales y la traducción automática. Estas aplicaciones informáticas se están implantando tanto en la administración pública como en las instituciones privadas debido al apoyo que prestan en el desarrollo de sus funciones, facilitando el día a día en las redacciones de los medios informativos, en la enseñanza virtual o en organismos internacionales.

Esta nueva realidad que nos impone la inteligencia artificial (IA) ha generado un renovado interés por nuestro idioma común con nuestros hermanos latinoamericanos. El español, patrimonio de una comunidad de millones de personas, además de un activo cultural de primer orden, es un generador de emprendimiento, empleo y crecimiento económico.

Durante estos primeros meses de 2023 se sucederán diversos encuentros académicos internacionales sobre las lenguas de España, las diferentes culturas en español y el hispanismo. Entre el 27 y el 30 de marzo, Cádiz acoge el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, el principal foro de reflexión sobre el español, que regresa a nuestro país después de 21 años. Más adelante, una vez iniciada la presidencia española de la Unión Europea, se celebrará en la ciudad suiza de Neuchâtel el XXI Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, el primero que se organiza tras la pandemia de Covid-19.

En este marco de nuevos retos y encuentros para el debate, merece la pena reflexionar sobre el papel y la estrategia de nuestra lengua en el mundo actual.

Los datos recogidos en el Anuario 2022 del Instituto Cervantes nos permiten ser optimistas. El español es la segunda lengua materna del mundo, con 496 millones de hablantes nativos, un 6,3% de la población mundial, solo por detrás del chino mandarín. En cuanto a hablantes totales, el español se sitúa en cuarto lugar tras el inglés, el chino mandarín y el hindi. El grupo de usuarios potenciales del español llega a casi 600 millones de personas, con 24 millones de estudiantes de español como lengua extranjera en todo el mundo. Es decir, en 2022, el 7,5% de la población mundial hablaba o estudiaba español.

Por otro lado, el español sigue siendo clave en las relaciones internacionales. Es lengua oficial en 20 países en el sistema de Naciones Unidas, la UE y en otras organizaciones internacionales como la Unión Africana, a cuyo consejo ejecutivo me dirigí en español, por primera vez en la historia, el pasado 15 de febrero. Esta realidad allana el camino a las iniciativas que desde el ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación estamos impulsando para que el español pueda incorporarse en las pruebas de ingreso en el servicio exterior y en los planes de estudios de las academias diplomáticas de terceros Estados, así como en la formación de los funcionarios de organizaciones internacionales.

Es también incuestionable el peso económico del español. Los más de 570 millones de hablantes de español, sin incluir a los estudiantes de Español como Lengua Extranjera, tienen un poder adquisitivo que ronda el 9% del PIB mundial, y las industrias culturales ligadas a nuestra lengua representan alrededor del 3% del PIB de las economías de los países de habla hispana. Basta con asomarse, por ejemplo, a la industria musical, donde las composiciones en español son cada vez más populares. El cantante puertorriqueño Bad Bunny volvió a ser el artista más escuchado a escala mundial en Spotify en 2022, y cuatro de las diez canciones más reproducidas en esta plataforma fueron en español.

La red es también un fiel reflejo de la fuerza internacional de nuestro idioma. El español es la tercera lengua más utilizada en internet después del inglés y del chino. El 7,9% de los usuarios de internet se comunicó en 2022 en español. Es la segunda lengua más utilizada en plataformas digitales como YouTube, Facebook, Netflix, LinkedIn, Wikipedia, Instagram, solo por detrás del inglés.

 

 

Una arquitectura institucional para el español

Sin embargo, también debemos tener en cuenta otros factores, los que nos avisan de no caer en la autocomplacencia. Las tendencias demográficas nos señalan que los países hispanohablantes crecerán a un ritmo más lento que otras áreas del mundo, en especial África, por lo que el porcentaje de hablantes de español en el mundo, irremediablemente, disminuirá. En tan solo unas décadas, el peso relativo del español podría situarse en niveles de principios de la década de los setenta.

En el gobierno, y desde el ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, asumimos la responsabilidad de optimizar todo el potencial que posee nuestro idioma en términos de desarrollo económico e influencia internacional. Por ese motivo, decidimos situar la promoción del español como uno de los ejes de nuestra política exterior, a través de la secretaría de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, a la que está adscrita el Instituto Cervantes, creando una dirección general del Español en el Mundo dedicada monográficamente a esta materia.

Entre las diversas líneas de acción de esta secretaría de Estado hay una fundamental: mejorar la coherencia de la acción de todas las administraciones españolas encargadas de la difusión del español. Pensemos en la oportunidad que supone coordinar los tres grandes ejes de la divulgación de nuestro idioma: la red de centros del Cervantes, presente en 88 ciudades de 45 países, los 145 lectorados de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo en los cinco continentes, y la acción exterior de nuestro ministerio de Educación y Formación Profesional en 47 países a través de centros educativos y programas de gestión directa.

A dichos actores se unen, en el marco de la administración general del Estado, el ministerio de Universidades con la Universidad Nacional de Educación a Distancia y el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, el ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de ICEX y Turespaña, así como el ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, de quien depende la comisionada especial para la Alianza por una Nueva Economía de la Lengua.

Entre todas las unidades de la administración general del Estado dedicadas al fomento internacional del español debemos seguir revisando tanto la arquitectura institucional en España como nuestra implantación territorial en el extranjero, con el objetivo de lograr una complementariedad eficiente que tenga en cuenta no solo a las instituciones públicas estatales, sino también a otros agentes de relevancia en el sector del fomento y promoción de nuestra lengua.

Entre ellos, en particular, las Reales Academias y, muy especialmente, la Real Academia Española (RAE), las Comunidades Autónomas –muy activas en la promoción del español, como La Rioja, con su proyecto Valle de la Lengua–, las universidades públicas y privadas –con larga tradición en la formación de profesores de español, como la Universidad de Salamanca, la Escuela Complutense Africana, la Fundación Universitaria Iberoamericana, con proyectos como la Universidad Internacional de Cuanza (Angola)–, las empresas nacionales y multinacionales del ámbito de las tecnologías del lenguaje y la IA, las industrias culturales en español, los fabricantes de videojuegos, productores de contenidos audiovisuales y, para finalizar, las asociaciones de centros de enseñanza de español como lengua extranjera, como la Federación Española de Escuelas de Español como Lengua Extranjera.

La labor de estos organismos es fundamental para dotar a la acción en el exterior del Estado de una coherencia que sirva a los intereses del Estado, que refleje nuestros principios y valores, y que gestione los recursos de manera óptima. Este esfuerzo de coherencia se extiende también a la identificación de regiones en las que debe promoverse e incentivarse el uso de nuestra lengua, estrategias adaptadas a circunstancias concretas.

 

Ampliar las geografías del español

Por eso, además de reforzar la enseñanza del Español como Lengua Extranjera, para que siga creciendo allí donde ya está implantada, debemos insistir en aquellos donde está ausente. Por ello, queremos que las nuevas estrategias contemplen esas regiones alejadas de nuestro tradicional campo de acción geográfico. Siguen siendo prioritarios Estados Unidos o Brasil. Queremos también orientar nuestro trabajo hacia la región de África subsahariana, con un importante potencial económico y demográfico. Cinco países subsaharianos (Benín, Camerún, Costa de Marfil, Gabón y Senegal) figuran entre la docena de países con mayor volumen de estudiantes de Español como Lengua Extranjera. En ellos, el español forma parte de los planes de estudios de la enseñanza secundaria y las autoridades están pidiendo apoyo para la formación de más profesores de español, la actualización del currículo de los actuales, así como la revisión y reajuste de las pruebas de evaluación.

Cuatro consideraciones han de estar presentes en todas nuestras estrategias regionales. En primer lugar, debemos contar con la comunidad iberoamericana. No podemos desarrollar una estrategia para EEUU sin México y Centroamérica, o para Brasil sin sus países vecinos. Lo mismo puede decirse de otra región clave para el futuro del español, el Caribe anglófono, donde, al margen de acciones combinadas con países de habla hispana, es crucial el concurso de instituciones financieras internacionales como el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

En el mismo orden de cosas, debemos seguir desarrollando las pruebas del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE), que certifica por medios digitales el nivel de dominio del español de estudiantes y profesionales de todo el mundo. Es el principal proyecto panhispánico en la materia, que promueven el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Salamanca y la Universidad de Buenos Aires, lo que garantiza el uso de distintas variedades del español. Más allá de estas consideraciones prácticas, el español es fundamental en nuestra relación con Iberoamérica. No solo articula nuestra historia común, sino que encarna, refleja y difunde los valores que compartimos.

En segundo lugar, es necesario aumentar la capacidad global de enseñanza del Español como Lengua Extranjera, para contar con una masa crítica de personal docente especializada en la enseñanza de nuestro idioma en terceros Estados. Esto último pasa por la implantación de departamentos universitarios de español en países altamente prioritarios donde todavía no existen, así como el fortalecimiento de todos aquellos repartidos por universidades de medio mundo que requieran de un impulso o especial apoyo.

En tercer lugar, debemos fomentar las investigaciones universitarias en el ámbito del Español como Lengua Extranjera y orientarlas hacia las geografías prioritarias carentes de ellas y hacia países de gran proyección poblacional como India.

Finalmente, tenemos que redoblar los esfuerzos para impulsar el reconocimiento por parte de las autoridades educativas (nacionales y extranjeras) del Diploma de Español como Lengua Extranjera, título oficial que acredita el grado de competencia y dominio del español otorgado por el Instituto Cervantes en nombre del ministerio de Educación y Formación Profesional, acreditando que se cuenta con las garantías necesarias para la enseñanza de español. La certificación del Español como Lengua Extranjera a escala internacional es, sin lugar a dudas, uno de nuestros principales objetivos.

Los objetivos son ambiciosos y requieren de un profundo conocimiento de la realidad demolingüística, social y económica de todos aquellos países en los que queramos desplegar nuestra acción de fomento del Español como Lengua Extranjera. Para ello contaremos desde este año con el Observatorio Global del Español, con sede en La Rioja, creado como órgano permanente de recogida y análisis e información en torno a la situación del español en diferentes ámbitos a escala internacional, lo que nos permitirá promover la realización de estudios e informes técnicos de diagnóstico de la situación de nuestro idioma.

 

Incorporar la lengua a la política exterior

Tenemos nuevas oportunidades para el fomento de nuestra lengua que el ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha venido desarrollando en el último año. Estamos trabajando para que el español se consolide como lengua de prestigio en la diplomacia, especialmente en las organizaciones internacionales. Este año vamos a desarrollar dos iniciativas en esa línea: la primera será impartir por vez primera, a través del Instituto Cervantes, un curso de español para funcionarios de la Unión Africana, entidad en la que el español es lengua oficial. La segunda se realizará en el Centro Internacional de Estudios para la Conservación y la Restauración de los Bienes Culturales, organismo intergubernamental con sede en Roma dedicado a la preservación del patrimonio cultural en todo el mundo, que contará con apoyo financiero para que el español aumente su presencia en su funcionamiento interno.

Es también el momento de rentabilizar la demanda de cultura en español. Para ello es necesaria una investigación rigurosa sobre la situación y las posibilidades de instrumentalizar este recurso para que funcione no solo como difusor de nuestras lenguas y culturas, sino también como motor económico. Nos interesan en especial los sectores de la creación sonora y audiovisual, así como el panorama de los medios de comunicación, que experimenta cambios constantes en la adaptación a la realidad digital contemporánea. El español empieza a destacar como lengua de excelencia en la producción de contenidos de comunicación que usan las nuevas tecnologías. Reconociendo esa realidad incipiente, desde el ministerio apoyamos el primer festival iberoamericano de creación sonora en español, Estación Podcast, que este año celebrará su segunda edición en España y la primera en México. También nos interesamos por creadores de contenido en Youtube, TikTok, Twitch o Instagram en nuestro idioma.

Por último, tenemos un gran reto en el ámbito de la presencia del español en la ciencia. Sin poner en duda la calidad de la ciencia española, lo cierto es que la comunidad investigadora mundial se expresa mayoritariamente en inglés. Eso sí, en espacios concretos como la neurociencia o la sociología, la producción en español está en primera línea, y nuestra lengua beneficia a los científicos que quieren destacar en dichas disciplinas. Se debe trabajar en aumentar la producción de contenidos científicos y en mejorar su lugar en las principales revistas y publicaciones internacionales, de manera que el prestigio de la lengua española se refuerce en este ámbito.

Durante la presidencia española del Consejo de la UE, que comenzará el 1 de julio, el lenguaje adquirirá un papel protagonista, a través del trabajo de traductores e intérpretes, piezas esenciales en el mundo de las relaciones internacionales. En los próximos meses verán la luz dos estudios técnicos, realizados para el ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación por las Universidades de Granada y Salamanca, sobre traducción e interpretación, cuyas conclusiones serán de gran valor para diseñar políticas más eficaces.

El español se construye a diario con los esfuerzos de todos sus hablantes en cuatro continentes: América, Europa, África y Asia, circunstancia única entre las grandes lenguas globales. El trabajo de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española para la elaboración de una gramática y de diccionarios de corte verdaderamente panhispánico no tiene equivalente. El Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera en el ámbito de la certificación y la Red Panhispánica para la Internacionalización de la Cultura en Español, impulsada por el Instituto Cervantes en el área cultural, demuestra que la comunidad hispanohablante es una comunidad de iguales.

2023 se perfila como un año especial para América en España y en Europa, a través de nuestro apoyo en la presidencia de España del Consejo de la UE. Al igual que el Congreso Internacional de la Lengua Española de Cádiz y demás eventos que tendrán lugar este año en el ámbito de la lengua, no vemos estas citas internacionales de alto nivel como un punto de llegada, sino como una oportunidad para dar un renovado vigor a una relación única entre países hermanos. Hace siglos que nuestra lengua tiende puentes entre los valores que compartimos con Europa y América. Son estos los cimientos sobre los que queremos seguir construyendo nuestra relación y afrontar los desafíos. ●