Los cambios hacia Latinoamérica han comenzado en Cuba. La administración de Barack Obama necesita ajustar su política a las condiciones actuales de América Latina y conducir las relaciones hemisféricas de una forma renovada y más cooperativa. Es el momento de resolver problemas, reducir las desavenencias y las fricciones y aprovechar las oportunidades para una acción común. De México a Brasil, del narcotráfico a la inmigración, de la energía al medio ambiente, los primeros pasos de Washington apuntan a un nuevo marco para las Américas.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 129


El sector del agua necesita un hervor
Identidad, religión y globalización
Remesas en caída libre
Rearme a la vista
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Ucrania y Rusia: lecciones aprendidas, opciones de futuro
¿La ‘hora de la verdad’ para la industria petrolera?