POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 215

Memorial a las víctimas en Bucha, Ucrania. 17 de septiembre de 2023. GETTY

Veinticinco años de la CPI: balance agridulce

Los procesos juzgados han sido escasos y el efecto preventivo, limitado. Sin embargo, la Corte Penal Internacional ha logrado en 25 años reafirmar la conciencia global sobre la vigencia de la ley.
Alicia Gil Gil
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Después de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial y su enjuiciamiento por los tribunales militares internacionales de Núremberg y Tokio, además de por diversos tribunales de ocupación y tribunales nacionales, la Asamblea General de las Naciones Unidas encargó a la comisión de Derecho Internacional trabajar en la elaboración de un proyecto de código de crímenes contra la paz y seguridad de la humanidad y en el estatuto del tribunal penal internacional que lo aplicaría. Pero la guerra fría y las discrepancias acerca del concepto de agresión (imprescindible para definir el crimen de agresión) interrumpieron los trabajos durante décadas.

Tras más de 50 años de discusiones y de asistir al naufragio de varios proyectos relacionados, la esperanza de que la tarea llegara con éxito a su fin parecía haberse convertido en la mera ilusión de unos pocos soñadores. Sin embargo, en 1993 y 1994 la comunidad internacional vivió una serie de acontecimientos que hicieron revivir el interés y la confianza en aquellos trabajos: el más destacado, la constitución por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de dos tribunales ad hoc para el enjuiciamiento de los presuntos responsables de genocidio y otras graves violaciones del derecho humanitario bélico cometidas en territorio de la ex Yugoslavia y en Ruanda y sus Estados vecinos. La urgencia de la situación en ambos países exigía una medida de eficacia inmediata que permitiera desplegar el efecto preventivo del Derecho Penal. Ello obligó a prescindir del procedimiento considerado como el más adecuado para el establecimiento de un tribunal internacional: la conclusión de un tratado internacional, pues la experiencia había demostrado que este mecanismo resultaba largo y complicado. Por ello, se optó por el establecimiento de ambos tribunales mediante Resolución del Consejo de Seguridad, apelando al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas….

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