Asia: los indios se refugian en el oro

 |  11 de junio de 2012

 

Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior: India pierde fuelle.

Las grandes potencias emergentes han dejado de ser inmunes a los efectos de la crisis en Europa. En el primer trimestre de 2012, la producción industrial china se desaceleró considerablemente y Brasil registró un crecimiento casi nulo. En Rusia, el rublo sigue depreciándose frente al dólar.

Pero India es el país que más está sufriendo debido a la caída de sus exportaciones y de la demanda interna. En el primer trimestre, el PIB creció a una tasa anual del 5,3%, la tasa más baja desde 2003. El año pasado la economía creció el 9,2%. Un 5% es del todo insuficiente para un país con un 29,8% de población en extrema pobreza y sin acceso a un sistema de salud pública.

A pesar de que el tamaño de la economía se duplicó entre 1990 y 2005, el 42% de los niños indios menores de cinco años sufre desnutrición. La producción agrícola creció apenas un 1,7% en el primer trimestre, frente al 7,5% del mismo periodo de 2011. Los déficit fiscal y comercial han alcanzado el 5,8% y el 9,9% del PIB, respectivamente, debido a la factura de las importaciones de oro y petróleo.

El índice BSE-Sensex de la Bolsa de Mumbai ha caído un 14% desde su pico de febrero, mientras que Standard & Poor’s ha rebajado este año la calificación de la economía india de estable a negativa. La rupia se ha debilitado un 17% desde principios de año y un 25% en los últimos ocho meses frente al dólar, lo que ha disparado la inflación (7,3%) y empujado a las clases medias a refugiarse en el oro.

Hoy India es el mayor importador del mundo del metal dorado. El 6% de las reservas del Banco Central, de 285.500 millones de dólares, están en oro. El año pasado el país importó oro para consumidores privados por valor de 48.000 millones de dólares, un 35% más que en los cinco años anteriores y casi el 25% de la demanda mundial, según el World Gold Council.

Según datos oficiales, entre 2010 y 2011 los ingresos disponibles de las familias aumentaron un 13%, pero los depósitos bancarios solo lo hicieron un 3%, lo que refleja que la fiebre del oro está motivada por las expectativas inflacionistas y el afán de los indios de evadir la presión fiscal.

India necesita con urgencia inversiones masivas en infraestructuras como carreteras, puertos y vivienda, pero la parálisis política provocada por los escándalos de corrupción que han afectado a la coalición oficialista, inhiben la inversión nacional y extranjera. La inversión extranjera en bonos y acciones pasó de 30.000 millones de dólares en 2001 a 16.000 millones en 2011. La burocracia y las regulaciones estatales han hecho caer especialmente los sectores de la minería, la construcción y las manufacturas, que crecieron un 7,3% en 2011, pero apenas el 0,3% entre enero y marzo de este año.

Debido a la inflación, el Banco Central no tiene margen para seguir bajando los tipos de interés. La falta de ahorro interno obliga además al sector privado a endeudarse en el exterior, aumentado el peso de la deuda externa. La depreciación de la rupia no ha impulsado las exportaciones. Por el contrario, ha aumentado el déficit por cuenta corriente al 4% del PIB.

 

Para más información:

The Economist, «India’s slowdown: Farewell to Incredible India». Artículo, junio 2012.

Marcos Suárez Sipmann, «India y Suráfrica: dos países en el mismo espejo Marcos Suárez Sipmann». Política Exterior 142, julio-agosto 2011.

 

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