Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior

 |  14 de septiembre de 2009

Telefónica maniobra en China.

Hace poco más de 15 años Telefónica limitaba el grueso de sus actividades a España, al punto de no figurar siquiera entre las 10 primeras operadoras de telecomunicaciones del mundo. Hoy ha superado a gigantes como France Telecom, BT o Vodafone y se ha situado en tercer puesto mundial en capitalización bursátil (85.000 millones de euros), tras China Mobile y AT&T y el primero del mundo occidental en número de clientes (sólo China Mobile y China Unicom tienen más).

Ante esa progresiva preeminencia, no extraña que al final su presidente, César Alierta, haya logrado firmar una alianza con China Unicom –que empezó a elaborarse en 2005–, que pasa por el aumento de la participación de Telefónica en Unicom del 5,3% al 8% y la entrada de su nuevo socio en el 0,88% del capital de la operadora española, además de una serie de programas de cooperación. Como señala el Financial Times, se trata de la primera vez que una compañía de telecomunicaciones china adquiere una participación en una operadora europea. Telefónica es probablemente el mejor de los posibles aliados con el que podía contar la operadora china para adquirir el conocimiento tecnológico, comercial y de gestión necesario para vencer a sus rivales chinos.
China es hoy el mayor mercado de telefonía móvil del mundo (687 millones de clientes) y con un enorme recorrido de crecimiento. Además del apoyo que Unicom recibirá de Telefónica en su mercado interno, la compañía china tendrá acceso a otras regiones del mundo en las que la española disfruta de una situación privilegiada, como en América Latina –donde es la primera operadora de líneas fijas y la segunda en móviles– o Reino Unido.

Ambas compañías suman 550 millones de clientes (284 millones de Unicom y 264 de Telefónica) y tienen posiciones de primer o segundo operador en 25 países de Asia, Europa y Latinoamérica. Y pronto serán más. Telefónica, que acaba de vender su 32% en la marroquí Meditel, estudia la compra de Hensenet, la filial alemana de Telecom Italia.

Telefónica se convierte, a su vez, en la operadora extranjera mejor situada en China. Mientras que Vodafone ha visto sus ambiciones en China Mobile restringidas al 3,3%, con el aumento del gasto de Unicom en telefonía móvil y sus ventajas comparativas –la exclusividad del iPhone o su estándar de 3G, el europeo WCDMA…– su posición irá mejorando en el mercado chino.

El creciente nivel de vida en el país asiático, la prevista expansión del número de clientes (aún hay 900 millones de chinos sin móvil) y la subida de  facturación y beneficios que ello supondrá para Unicom, hacen de la empresa un socio clave a la hora de plantear nuevas operaciones de adquisición en otras naciones asiáticas e incluso en EE UU.

La alianza, que llevará probablemente a un progresivo incremento de las participaciones cruzadas entre ambas compañías (Telefónica podría llegar al 10% de Unicom en 2010) y a la subida de su valor en bolsa, hará que Telefónica se halle cada vez mejor blindada ante un eventual intento hostil de compra. Esa estrategia ha logrado cautivar a los inversores por sus buenos resultados (aumentó sus clientes un 7,6% en el primer semestre, en plena crisis) y, sobre todo, por su inteligente combinación de audacia y prudencia.

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