La nueva Alemania y la vieja Europa

 |  20 de julio de 2011

“Los verdaderos amigos de Alemania en Europa se cuentan con los dedos de una mano”, afirma Jochen Thies, periodista y escritor alemán, en un artículo de Política Exterior 142. ¿De quien es la culpa? Del fantasma de Adolf Hitler. “Hitler dejó a los alemanes solos en el mundo”, explica Thies. Y ahora, Alemania paga las consecuencias de la permanencia, “pertinaz y longeva”, de unos estereotipos de política exterior en los grupos dirigentes de los países vecinos. “Hitler y los crímenes del nacionalsocialismo siempre están presentes”, reconoce Thies.

La relación entre Europa y Alemania ha cambiado, como podemos comprobar en esta segunda década del siglo XXI. Este cambio llega en un momento en ambos actores se juegan su futuro en escenarios superpuestos. No hace tanto tiempo, Alemania era la solución a los problemas de Europa; y viceversa: cuando Alemania tenía problemas, la solución era más Europa. Sin embargo, como subraya Thies, basta con viajar un poco más hacia el pasado para encontrar un escenario totalmente diferente. Hubo un tiempo –difícil de olvidar–, en que Alemania fue un monstruo en el corazón de Europa.

Europa ha cambiado desde entonces. Muchas veces. Alemania, otras tantas. En otro artículo de Política Exterior 142, el español Diego Íñiguez, administrador civil del Estado, analiza los cambios sociales y políticos experimentados por el país más poblado de Europa. Para empezar, el cambio de valores se ha acelerado desde 1989. Según Íñiguez, “la sociedad alemana está más relajada, más segura de sí misma”. La sociedad alemana vuelve a mirar, en cierto modo, al pasado: a las raíces románticas, al “gran bosque germano”. Por supuesto, sin dejar de lado la hipermodernidad que caracteriza a la tecnológica Alemania. En resumen, un posmaterialismo pujante.

¿Cómo se traduce políticamente este giro social? En un auge de Los Verdes y de todo lo relacionado con el medio ambiente, la sostenibilidad y el ahorro. Los dos grandes partidos “populares” retroceden desde los años ochenta. La Unión Cristianodemócrata (CDU), 10 puntos, y el Partido Socialdemócrata (SPD), más de 10 millones de votos desde 1998. Mientras, Los Verdes crecen hasta superar el 20%, captando votos de todos, y podrían adelantar al SPD.

Los Verdes integran el “nuevo centro” con la CDU. Es difícil que lleguen a ser un partido “atrapalotodo”, aclara Íñiguez, ya que se concentran en pocos asuntos y les faltan intereses y redes sociales. Pero podrían ser la próxima bisagra central, capaz de coaligarse con la CDU o el SPD y decidir los cambios de gobierno. Tras la conquista de Land de Baden-Württemberg, después de 58 años de gobiernos democristianos, el techo del movimiento es amplio. Íñiguez ve a dicho movimiento como “muy alemán: de raíz cristiana o romántica, intelectualmente radicales, individualistas, conservadores sociales”.

La sociedad alemana vuelve a poner pie en el pasado con la vista puesta en el futuro. En el tercer artículo dedicado al país germano, Mark Leonard y Ulrike Guérot, investigadores del think tank europeo ECFR, analizan dicha introspección. “Alemania rara vez ha estado sumida en un proceso de autorreinvención como el que atraviesa ahora –afirman Leonard y Guérot—: siente el impacto de la reunificación en su sistema político, su economía y su sociología. Sin embargo, todavía no hay una nueva narrativa nacional sobre lo que Alemania debe o quiere ser, y el lugar que quiere ocupar en Europa”.

Para entender esta “dificultad europea” de Alemania, hemos de regresar a Thies y su análisis de la permanente lucha entre pasado y futuro. Hitler sigue presente en la mente de los alemanes. El efecto de esta inmensa sobrecarga psíquica y emocional se ha puesto de manifiesto en los 20 últimos años, según Thies. Entre otras cosas, en el hecho de que, después de su afortunada reunificación, Alemania no ha estado preparada para asumir el liderazgo europeo.

Para más información:

Editorial, «Más Alemania». Política Exterior núm. 142, julio-agosto 2011.

José Enrique de Ayala, «Carta de Europa: La recurrente crisis del euro y las reticencias de Alemania». Política Exterior núm. 139, enero-febrero 2011.

Jochen Thies, «De nuevo, Angela Merkel». Política Exterior núm. 132, noviembre-diciembre 2009.

Diego Íñiguez Hernández, «El gran momento de la RDA». Política Exterior núm. 132, noviembre-diciembre 2009.

 

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