La partida de Oriente Próximo se juega en Siria

 |  12 de julio de 2011

“La partida no ha hecho más que empezar. Consciente de que Siria desempeña un papel central en el tablero de Oriente Próximo, Bachar al Assad ha jugado todas sus cartas a la preservación del Estado autoritario. Pese a que las demandas de reforma no dejan de crecer, el régimen sirio ha apostado por una estrategia del ‘gota a gota’ que parte de la base de que la liberalización política debe desarrollarse sin presiones populares”. Así comienza el artículo (en abierto) de Ignacio Álvarez-Ossorio en el último número de Afkar/Ideas, 30 (verano 2011), en el que expone las claves de un conflicto que amenaza con desestabilizar toda una región.

Bajo una fuerte presión internacional, el régimen sirio continúa con la represión de las revueltas populares. La Unión Europea y Estados Unidos han comenzado a imponer sanciones contra el régimen de Al Assad, que continúa sin aportar ninguna solución a la crisis política y social que sacude a su país. La única respuesta que ofreció en uno de sus discursos televisados fue la creación de una Comisión para el Diálogo Nacional. Se trata de un órgano consultivo encargado de recoger puntos de vista y propuestas sobre el futuro de la situación política, económica y social del país. Según sus representantes, servirá para defender el interés de la patria como una plataforma para un futuro político que reúna “todas las aspiraciones nacionales del pueblo sirio”.

La Comisión para el Diálogo Nacional se reunía el 10 de julio para preparar la Conferencia de Diálogo Nacional. A las conversaciones asistieron, según el vicepresidente sirio, Faruk al Chara, unas 200 personas. El segundo hombre del régimen tiene previsto que se incorporen criterios de círculos opositores a partir de consultas con intelectuales y personalidades independientes de reconocida autoridad en Siria. Según Al Chara, “no hay alternativas a la discusión política y a la participación de todos los sirios en la construcción de una sociedad plural y democrática que tome en cuenta las aspiraciones del pueblo”.

La conferencia fue boicoteada por personalidades opositoras dentro del país, así como por detractores del régimen en el extranjero. Estas voces opositoras consideran que se trata de un diálogo directo con un régimen que en su opinión simplemente debe desaparecer. De acuerdo con las cifras de diversos grupos humanitarios, la represión ha provocado la muerte de 1.300 civiles, mientras que 12.000 han sido arrestados. La fecha para la Conferencia de Diálogo Nacional está aún por determinar.

Nueva rivalidad chií-suní

En su artículo (en abierto) para Política Exterior 142, Natalia Sancha encuadra el conflicto sirio en una serie de marcos más amplios. El más interesante, el de la nueva rivalidad chií-suní. “Ante una posible caída del régimen sirio, el principal afectado sería Irán y sus ambiciosos planes de dominación chií en la región, ya que Siria es vital en el eje Irán-Hezbolá”, explica Sancha. Que el Consejo de Cooperación del Golfo haya fracasado en su intento de mediar en Siria indica el grado de rivalidad entre saudíes e iraníes. Ambos tienen planes para dominar la región.

Ataques a chiíes en Bahréin. Protestas internas en Irán. La inestabilidad del régimen iraquí. El auge de los Hermanos Musulmanes en Egipto. El éxito de Partido Justicia y Desarrollo de Erdogan en las pasadas elecciones turcas. Los problemas de la propia Siria… Los suníes, por el momento, van ganando las últimas batallas. Arabia Saudí puede estar satisfecha. La partida, sin embargo, aún no ha terminado.

Para más información:

Steven A. Cook, “Syria’s ‘National Dialogue’ Lacks Credibility”. Vídeo del Council on Foreign Relations, julio 2011.

Leila Said, “El predicador sirio”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.

Ignacio Álvarez-Ossorio, “Siria-Turquía: una alianza en construcción”. Política Exterior núm. 139, enero-febrero 2011.

 

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