Informe Ecological Theat Register.

«No se está dando la ayuda a los países adecuados para hacer frente a los riesgos ecológicos»

El registro de amenazas ecológicas del Institute for Economics and Peace sostiene que los 19 países con más amenazas se encuentran entre los 40 Estados menos pacíficos del mundo.
ENTREVISTA CON Serge Stroobants
 |  1 de octubre de 2020

Por Isabel Gacho Carmona, internacionalista.

El Institute for Economics and Peace (IEP) ha publicado la primera edición de un informe titulado Ecological Threat Register (registro de amenazas ecológicas), que mide los riesgos a los que están expuestos los países y hace proyecciones para 2050. El documento, que relaciona paz y resiliencia con amenazas ecológicas, concluye que los 19 países con el mayor número de amenazas ecológicas se encuentran entre los 40 Estados menos pacíficos del mundo. Sostiene también que 5.000 millones de personas se verán afectadas por inseguridad alimentaria en 2050, 1.500 millones más que hoy.

Hablamos con Serge Stroobants, director de operaciones de Europa y la región de Magreb y Oriente Próximo del Instituto, a propósito de la publicación.

 

Isabel Gacho Carmona: Es la primera edición de Ecological Threat Register, ¿por qué deciden hacerlo?

Serge Stroobants: En el Institute for Economics and Peace hace unos años empezamos a colaborar con el Parlamento Europeo en un índice llamado The Normandy Index, en el que hacemos un análisis de riesgos. A través de esta experiencia, junto al resto de informes que producimos, nos dimos cuenta de que sería interesante focalizarnos en algunos de los riesgos que tienen y tendrán impacto en nuestras sociedades.

También ha influido la experiencia de colaborar con diversas organizaciones internacionales y preguntarnos: ¿qué factores van a incidir en la seguridad en el futuro?, ¿cómo podemos preverlos?, ¿qué políticas podemos crear hoy para poder gestionarlo en el futuro? Al mirar los riesgos potenciales a la paz y la seguridad, los riesgos ecológicos están entre los que más impacto van a tener en los próximos 30 años. De hecho, en el último Índice de Paz Global un capítulo estaba dedicado a esto.

Aunque ya se han hecho muchas publicaciones sobre este asunto en el pasado, lo que nos diferencia es que asociamos esto con niveles de resiliencia y lo hacemos sobre la base del concepto de paz positiva, que nos permite determinar los niveles de resiliencia de diferentes países. Y cuando ves el impacto de lo que llamamos “exposición” y con la resiliencia para hacer frente a este impacto, tú análisis es completamente diferente.

I.G.C.: ¿En qué se ha basado la elección de factores para el análisis? ¿Considera que algún factor relevante se ha podido quedar fuera?

S.S.: A la hora de aproximarnos a los riesgos, decidimos mirar ocho indicadores de riesgos ecológicos en dos bloques: uno relativo a la escasez de recursos, en el que se examina el acceso al agua, a la comida y la evolución demográfica –que muestra claramente que la demanda está aumentando porque la población crece y los recursos decrecen–, y otro relativo al medio ambiente, que tiene en cuenta cinco fenómenos ecológicos: desertificación, sequías, inundaciones, aumento de la temperatura y aumento del nivel del mar. Así, nos dimos cuenta de que el cambio climático está acelerando el impacto de estos riesgos.

Considero que lo hemos hecho de una manera completa. Por ejemplo, para el de la escasez de recursos escogimos agua y comida. Podríamos haber analizado solo el agua y hubiera sido suficiente, porque la comida depende directamente de esta, pero nos pareció que de esta manera era más completo.

En el caso de los riesgos ecológicos, elegimos aquellos que guardan relación con el clima. Cuando observas lo que está pasando que se pueda relacionar con el cambio climático, creo que abordamos todo. Por ejemplo, el derretimiento de los polos, aunque no sea un factor analizado, lo abordamos a través del aumento del nivel del mar. Los incendios de Australia de principios de año, o los actuales del oeste de Norteamérica, lo abordamos con el aumento de temperaturas.

Así que considero que son unos indicadores holísticos. Por ejemplo, al mirar a Siria, se puede ver que los años anteriores al inicio del conflicto tuvieron lugar varias sequías consecutivas que tuvieron un impacto negativo sobre la agricultura, que generó desplazamiento de las áreas rurales a las urbanas.

Por supuesto, siempre se pueden añadir más indicadores y cuantos más haya, más completo será tu análisis, pero –y esto es algo que hacemos en todos nuestros índices– tratamos de mantener el número de indicadores tan reducido como podemos para que el análisis sea más relevante y focalizado.

I.G.C.: Antes ha señalado el papel que juega el concepto de paz positiva en el análisis. ¿Podría incidir un poco en el asunto? ¿Por qué es importante para los riesgos ecológicos?

S.S.: Se trata de un concepto que ha sido desarrollado durante casi una década. Surgió a través del fundador del instituto. Estando en el Congo hace 15 años, se preguntó: ¿cuál es el país más pacífico del mundo?, y se dio cuenta que no se podía encontrar esa información. Así que creó el índice y el centro de investigación.

El Índice de Paz Global proporciona un estado de la cuestión pero no un “qué se puede hacer”, así que desde el principio hemos tenido esta idea de desarrollar un marco basado en un enfoque sistémico sobre cuál sería la actitud, la estructura, las instituciones… que un país debe tener para crearla, mantenerla y desarrollarla. Para ello, cogimos todas las bases de datos que encontramos, que son entre 20.000 y 25.000, y elegimos aquellas que tenían más impacto en los niveles de paz. Así desarrollamos los ocho pilares y tres indicadores para la paz positiva. Básicamente, la paz positiva es cómo un país puede crear, mantener y desarrollar la paz y al hacerlo desarrollar resiliencia. Fuimos capaces de relacionar la evolución de la paz positiva con la cuantificación de los beneficios de una situación más pacífica. Y vimos que indicadores económicos, sociales, de gobernanza… o ecológicos, como en este caso, están influenciados positivamente por niveles más altos de paz positiva. Algo que suelo decir es que un incremento del 1% en paz positiva significa un aumento del 3% en PIB. Esto se repite en otros indicadores, vemos que tasas de interés o de inflación se vuelven más estables. En este sentido, vemos que los impactos de desastres naturales son menores en países con altos índices de paz positiva. Así que esto es un indicador de la resiliencia de un país a gran escala.

Esto nos lleva a la conclusión de que hoy 31 países en el mundo están en altos niveles de exposición y de baja resiliencia, lo que supone 1.200 millones de personas. La importancia radica en que nos da una manera de medir la resiliencia.

I.G.C.: En el informe hablan de 24 millones de personas desplazadas por desastres ambientales al año y siete por conflicto armado. ¿Cómo hacen la diferencia?

S.S.: Lo que el informe dice también es que vemos una conexión clara entre los efectos de las amenazas ecológicas y la violencia. La mayoría de países expuestos a mayor riesgo ecológico también los encontramos entre los últimos 40 del Índice de Paz Global.

Me impresionó mucho que cuando presentamos el informe, una persona que trabaja en Etiopía nos enseñó lo que estaba pasando allí: miembros de la comunidad armados para proteger recursos. De hecho, nos enseñó fotos de un pozo muy profundo en las que se veía que, mientras las mujeres bajaban para conseguir agua, los hombres custodiaban armados el pozo desde fuera. Eso es lo que está pasando ahora.

Preferimos un enfoque sistémico, no mirar diferentes causas para ver el efecto, sino ver cómo interactúan y se refuerzan dichas causas.

I.G.C.: ¿Cuál considera que es el mensaje más importante que transmite el informe?

S.S.: No estamos aquí para lanzar datos y asustar a la gente. El objetivo es comunicar que existe una amenaza y que hay que llevar a cabo acciones en dos niveles. Por un lado, hay que hacer decrecer el impacto de estos ocho indicadores, y para ello hay que diseñar soluciones creativas. El sector privado tiene que colaborar, los Estados no pueden hacer frente a esto solos.

Por otro lado, hay que aumentar la resiliencia de los países más afectados. Todos los países deben aumentar su resiliencia siempre, pero es más urgente para aquellos más expuestos. Y para ello hay que adaptar el desarrollo. Hemos visto en la última década un aumento de la integración del cambio climático en las estrategias de ayuda al desarrollo y un incremento desde 1.000 millones a 34.000 millones en el último año. En principio, esta ayuda continuará creciendo. Esos son buenas noticias.

Sin embargo, de los países identificados como más afectados, vemos que solo dos, Irak y Uganda, están en la lista de los 10 países que más ayuda reciben en este sentido. Así que esta es la primera conclusión y recomendación que hacemos: no se está dando la ayuda a los países adecuados. Aunque todos lo necesitan, unos lo necesitan más que otros.

1 comentario en “«No se está dando la ayuda a los países adecuados para hacer frente a los riesgos ecológicos»

  1. Podría parecer que en 2050, la inseguridad alimentaria afectará solo a 1.500 millones de personas más, lo que no es una noticia tan terrible. Pero creo que vale la pena preocuparse por el hecho de que 3.500 millones de personas ya están sufriendo escasez de alimentos. No me sorprende que los países que tienen problemas ambientales sean los países más amenazadores para la amistad mundial. Estoy seguro de que esto se debe a que la gente no tiene necesidades básicas: agua, comida suficiente.

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