Mario Conde ha recibido su investidura como doctor honoris causa de la Universidad Complutense el 9 de junio, en ocasión solemne, no sólo por la naturaleza del acto, sino por la presencia de S.M. el Rey, en la ceremonia.
Junto a esta reseña del acontecimiento, resulta indispensable añadir que el asunto tenía múltiples atractivos para dedicar una reflexión a su contenido y a sus fuentes de referencia, puesto que Mario Conde había elegido como título de su disertación el de “Sociedad civil y poder político”, quizá uno de los puntos más importantes que deben plantearse los pueblos democráticos en este período finisecular donde la vida política ha sufrido el inmenso terremoto del hundimiento del comunismo, capaz de trastornar la total geometría de la convivencia política, organizada hasta ahora por cauces de representación parlamentaria exclusivamente por los partidos, bien distribuidos según reglas establecidas en un horizonte ideológico que empezaba por la izquierda para terminar a la derecha.
Las alternativas del poder se reducían así a proclamar la victoria de unos en detrimento de los otros, mientras se guardaba prácticamente intacto el contenido general de la opinión popular. Cuando ganaba la derecha era a costa de los votos de la izquierda y viceversa, en una disputa pendular donde por encima de las circunstancias electorales quedase prácticamente intacta la asistencia popular en las consultas.
La novedad electoral que vive la sociedad contemporánea es una nueva rebelión de las masas que marcha en dirección rigurosamente contraria a la, en su tiempo, precisa profecía orteguiana, porque ahora el censo electoral no se agrupa en colosales bloques humanos dispuestos en formación de combate para conquistar el poder.
Ahora el voto se desparrama en una serie de candidaturas originales y a veces extravagantes que reúnen, sin embargo, considerable apoyo electoral, sobre todo cuando el sistema por el…

Jerusalén y el proceso de paz de Oriente Próximo
Invierno 1993-1994 - Papel
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