El mal gobierno y la corrupción afectan al crecimiento económico de los países, a su competitividad y están estrechamente ligados a la desigualdad en el reparto de la riqueza. Los países pobres o en vías de desarrollo son los que sufren con mayor intensidad este obstáculo a la inversión.
> NÚMERO 31


Informe Kok. Desbloquear los bloqueos: liberar el potencial ¿Qué hacer?