Ha resurgido una metáfora, la noción decimonónica de la “jungla darwiniana”. Sugiere que el poder político, basado en la rivalidad entre grandes potencias, es ineludible y que la supervivencia vuelve al primer plano. La situación actual sería perfectamente descriptible releyendo La Historia de la guerra del Peloponeso, escrita por Tucídides hace más de 2.500 años.
Las grandes potencias aportan resiliencia y redundancia, también conocida como negación por disuasión, rasgos que son fundamentales para la nueva lógica de supervivencia. Conforman los criterios desde los que las personas entienden el mundo y deducen qué acciones se antojan necesarias o inevitables. Los cambios que son propios de cada época y lugar afectan, en primer lugar, a las normas a seguir. Más aún, están optando por esta adaptación, aprovechando el colapso del orden basado en reglas y la incapacidad de la regulación para seguir el ritmo de las nuevas tecnologías, con vistas a reconfigurar radicalmente el arte de gobernar. Esto es adaptación, no es un retorno a la lógica natural, sino un esfuerzo por superarla. En parte retirada, en parte una nueva y audaz aventura. Se necesita una metáfora diferente.
España en la encrucijada
En 2025 los límites entre la prosperidad económica y la seguridad nacional se han tornado más evidentes en la teoría, pero también más difusos que nunca en la práctica. Las sinergias emanantes de un contexto de obstáculos geoeconómicos y de avances tecnológicos rápidos y difusos, dinamizan el contexto. Para ello, España debe disponer de una estrategia centrada en el desarrollo de la autonomía económica. Esto implicará diversificar su actividad económica, ejercer el protagonismo internacional, forjar nuevas alianzas y fortalecer las existentes. Debe fortalecer su resiliencia ante las crisis, asegurar sus cadenas de suministro y mejorar su autosuficiencia, a la vez de prever reformas económicas. La sombra…

Invierno 2008-2009 - Papel