Alfombra roja: Justin Trudeau

Pablo Colomer
 |  23 de octubre de 2015

APODO: El delfín.

FRASE: “La simple tolerancia no es suficiente; necesitamos un profundo y genuino respeto por todos y cada uno de los seres humanos, pese a sus ideas, valores, creencias, orígenes”.

CURRÍCULO: Justin Trudeau (Ottawa, 1971) regresa a casa 31 años después, el número 24 de Sussex Drive. El primer ministro designado nació mientras su padre, Pierre Elliot Trudeau, era primer ministro de Canadá. El creador del Canadá moderno –federalismo, bilingüismo y multiculturalidad en el interior; multilateralismo en el exterior– estuvo en el cargo entre 1968 y 1984. Tras retirarse, los Trudeau vivieron relativamente alejados de la política en Montreal (Quebec). Tras estudiar Literatura y Magisterio, el primogénito ejerció como profesor de francés y matemáticas en Vancouver. Su “salto” a la política se produjo en el año 2000, en el funeral de su padre, con un encomio que causó impacto. Ocho años después fue elegido diputado por el distrito de Papineau, en Montreal, por el Partido Liberal. Cinco años después se convertía en su líder, tras el fiasco de Michael Ignatieff en las elecciones de 2011.

MÉRITOS: Trudeau no es un intelectual como Ignatieff o su padre, sino un político de raza que ha apostado por volver a una política de adversarios en lugar de una de enemigos. Su objetivo es dar carpetazo a la revolución conservadora de Stephen Harper, quien adoptó algunas de las tradiciones más polémicas del vecino del sur, Estados Unidos. Como explica el propio Ignatieff, en política un adversario se diferencia de un enemigo en que el primero quiere derrotarte, el segundo destruirte. La política de enemigos es la guerra y todos los medios están justificados. Harper había abusado de dicha política, polarizando al país. Trudeau busca volver a una de adversarios, de “vecinos”, donde no todo está permitido, pues “esperas convertir a ese adversario en un amigo o aliado”, afirma Ignatieff. “Puedes apelar al mejor yo de la gente –defiende Trudeau– y ganar”.

La tarea del nuevo líder del segundo país más extenso del planeta es ingente. Trudeau ha defendido que Canadá dejé de bombardear al Estado Islámico en Siria e Irak, restablecer relaciones diplomáticas con Irán –durante el mandato de Harper Canadá ha sido uno de los más estrechos aliados de Israel– e implicarse más en la lucha contra el cambio climático –el gobierno de Harper, escéptico en materia climática, sacó a Canadá del Protocolo de Kioto–. En resumen, un política más cercana a la administración de Barack Obama que a la de George W. Bush.

Como le ha sucedido a Obama a lo largo de sus dos mandatos, quizá el mayor peligro que afronte Trudeau sea el de desilusionar. Pronto tendrá que aprender, como ya aprendió su padre –figura respetada pero controvertida–, que gobernar es elegir y que elegir es decepcionar.

 

 

Datos de contacto:

Twitter: @JustinTrudeau

Facebook: Justin Trudeau

Web: www.liberal.ca/meet-justin/

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