POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 21

Algunas claves para acercarse a la sociedad japonesa

Alberto Silva Castro
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Como es bien sabido, España carece de lo que en rigor podríamos denominar una “tradición” propia en materia de estudios japoneses. Esta ausencia provoca múltiples inexactitudes analíticas, fácilmente detectables en publicaciones académicas o en tomas de posición institucionales que oscilan, sin a menudo explicar sus razones, entre el economicismo más estrechamente determinista y un culturalismo que, de puro relativista, acaba condenándose a la atomización. En el plano de la investigación y de la teoría, estimo que una tarea primordial del Centre d’Estudis Japonesos de la Universitat Autónoma de Barcelona, que tengo el honor de presidir, es contribuir, en la medida de sus posibilidades, a una clarificación conceptual y a la edificación (junto con muchos otros japonólogos de Japón y de Occidente) de un sistema analítico que haga más justicia a los verdaderos rasgos de la sociedad japonesa actual. Las notas que siguen constituyen una apretadísima síntesis de nuestras actuales hipótesis de trabajo en la materia.

 

I

Si quisiéramos encontrar un punto de partida inicial prácticamente unánime, podríamos afirmar que, para muchos de nosotros, Japón constituye el tipo mismo de país rigurosamente desconocido. De Japón nos llegan informaciones a menudo “folklóricas”. O bien relativas a sus espectaculares récords tecnológicos (en años anteriores, el tema se centraba en Tsukuba; ahora, en los trenes levitantes; y en un futuro próximo, las investigaciones sobre la “quinta generación” de ordenadores podrían hacer realidad el sueño de las máquinas “inteligentes”). O bien relativas a rasgos culturales que nos siguen pareciendo extraños, cuando no chocantes (una vez reconocidos los abrumadores beneficios que la sociedad japonesa retira del carácter disciplinado de sus miembros, reconozcamos que el “grupismo” japonés nos sigue a menudo pareciendo la quintaesencia de todo aquello que, como “occidentales”, nos sentimos inclinados a rechazar).

De cualquier forma, es muy poca todavía la información que de…

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