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studiante argelino en la manifestación para conmemorar el 63 aniversario del Día Nacional del Estudiante (Argelia, 19 de mayo de 2019)/RYAD KRAMDI/AFP/GETTY

Argelia: aspiraciones democráticas

Desde la dimisión de Buteflika, el poder no ha cedido en nada sustancial. La protesta popular continúa: pacífica, masiva, transversal y sostenida.
Miguel H. de Larramendi y Laurence Thieux
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El 22 de febrero de 2019, fecha de inicio de un movimiento popular multitudinario contra la candidatura del presidente en funciones, Abdelaziz Buteflika, a un quinto mandato, marcará un hito en la historia política de Argelia. Ante el inmovilismo de un sistema político encarnado por un presidente postrado en una silla de ruedas desde 2013, el pueblo argelino se levantó de forma pacífica con la determinación de modificar en profundidad la gobernanza del país.

Durante los últimos 20 años, que se corresponden con los cuatro mandatos presidenciales de Buteflika, la vida política argelina estuvo secuestrada por clanes militares inmersos en una deriva de explotación de los recursos del Estado, concentrados principalmente en el sector de los hidrocarburos. Con el afán de consolidar un poder siempre condicionado por y dependiente del ejército, la presidencia de la República desplegó todo tipo de estrategias para neutralizar, cooptar o manipular a quienes pudieran hacerle sombra.

“Ya no queda nadie”, declaraba en 2015 el general retirado Hocine Benhadid tras la dimisión de Toufik (Mohamed Mediène), el todopoderoso jefe de los servicios de inteligencia argelinos (DRS). En una entrevista radiofónica, Benhadid, describía los entresijos de las luchas de poder que han caracterizado el sistema político argelino desde la llegada a la presidencia de Buteflika. Determinado a no ser una marioneta presidencial frente al ejército, no cejó en sus esfuerzos por afianzar la posición del clan presidencial en el complejo conglomerado de fuerzas que caracteriza el sistema político argelino. A pesar de sufrir un derrame cerebral en 2013, Buteflika se presentó y ganó las elecciones presidenciales de 2014 con un 81,5% del voto.

A partir de ese momento, las luchas para afianzar la posición del clan presidencial –liderado por el hermano del presidente, Saïd– se encarnizaron. El clan Buteflika consiguió neutralizar al jefe del…

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