LAURENCE THIEUX

Desde la dimisión de Buteflika, el poder no ha cedido en nada sustancial. La protesta popular continúa: pacífica, masiva, transversal y sostenida.
La sublevación popular, que ha destapado los entresijos de la guerra de clanes, no se conforma con la caída del presidente, sino que reivindica un cambio radical del sistema.