La lucha por el control de recursos minerales y estratégicos en la región de los Grandes Lagos no debe hacer olvidar el drama humano de los refugiados y de la persecución étnica. Los testimonios de sus víctimas son una llamada de atención a una comunidad internacional insuficientemente comprometida con el desplazamiento interno de millones de personas.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 76


Enero-febrero 2012 - Digital
Septiembre-octubre 2010 - Digital
Aumento de empresas chinas en el extranjero