POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 200

Biden, en una rueda de prensa en tras la aprobación de la ley de alivio en el Senado, el 6 de marzo de 2021 (Washington DC). SAMUEL CORUM/GETTY

Cuenta atrás para levantar un país

Los demócratas tienen menos de dos años para poner en marcha su ambicioso plan de lucha contra la pandemia, economía verde y modernización de infraestructuras desfasadas.
Jaime de Ojeda
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Ha sido penoso revivir los terribles acontecimientos del 6 de enero; el asalto al Capitolio por una turba desmandada, incitada nada menos que por el entonces presidente, Donald Trump, para impedir violentamente la certificación de la victoria electoral de Joe Biden. El equipo fiscal de la Cámara de Representantes presentó durante tres días, de una manera sobria, sin aspavientos partidistas, las grabaciones de esas escenas. Mucho más penoso, sin embargo, ha sido constatar que, en los últimos dos meses, Trump haya intentado de manera pertinaz anular el resultado de las elecciones arguyendo, sin prueba alguna, un tremendo fraude electoral ante los tribunales y con cualquier otro medio legal o ilegal y, peor aún, que haya logrado convencer a sus partidarios, hasta el punto de que se hayan sentido “patrióticamente” motivados para lanzarse al asalto al Congreso. Parece increíble que con este “gran engaño”, Trump casi haya conseguido subvertir la Constitución y hundir al país en una crisis política sin precedentes desde la guerra civil de 1860.

Sabiendo que no podrían conseguir la mayoría absoluta en el proceso de destitución, los demócratas renunciaron a prolongarlo recurriendo a declaraciones sensacionales de testigos o añadiendo la alevosía del “gran engaño” a la “incitación a la insurrección”. Ello habría entorpecido los proyectos que Biden se propone sacar adelante sobre asuntos tan importantes como la vacunación masiva de la población contra el Covid-19, los 1,9 billones de dólares de “alivio” para compensar las pérdidas que causadas por la pandemia y un amplísimo plan de infraestructura. Por ello, los legisladores decidieron limitarse a presentar al país entero las imágenes terribles de la insurrección, con objeto de impactar en la opinión trumpista sobre la verdadera catadura de su ídolo.

En la capital, naturalmente, interesaron y seguimos esos tres días de grabaciones televisadas del asalto, y los argumentos…

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