Pocos europeos han comprendido mejor y han contado con tanto interés la reciente transformación de China. El autor lo ha conseguido con un libro ameno y riguroso que merece una gran difusión. Rafael Dezcallar era hasta el año pasado embajador de España en Pekín, en una etapa en la que observó la consolidación del poder omnímodo de Xi Jinping, la lucha contra una pandemia nacida en sus fronteras que llevó al distanciamiento con Occidente y la proyección exterior de un país cada vez más nacionalista y asertivo. A su vuelta a Madrid, ha volcado su experiencia, combinada con una aguda capacidad de reflexión, en un ensayo valiosísimo.
El ascenso de China
Rafael Dezcallar
Deusto, 2025
288 págs.
La obra comienza con una explicación de la acelerada transformación del país en el último medio siglo. Detalla las claves del milagro de pasar a ser en pocos años una potencia que deja atrás la pobreza y lucha por la hegemonía mundial con Estados Unidos, compitiendo en economía, tecnología y defensa. El artífice de esta transformación fue Deng Xiaoping, un líder pragmático que combinó por primera vez leninismo con capitalismo y devolvió a China el estatus de gran potencia.
El contraste con el mandato de Xi Jinping es muy marcado. El actual líder chino se ha volcado en reforzar la seguridad interna y externa con el fin de mantener su sistema político a pesar del desarrollo del capitalismo, y ha llevado a su país a un momento económico complicado. La eliminación de los adversarios, la lucha contra la corrupción, la represión de disidentes y minorías, la censura, en especial en la esfera digital, la intervención del Estado en la economía, el control de las empresas tecnológicas, el rearme ideológico, son algunos elementos que ilustran el giro del actual dirigente chino. El instrumento ha sido el partido comunista, con comités en todas las empresas y capacidad de decisión última en las decisiones económicas. “Para China, la economía es política”, afirma el autor.
«El libro detalla las claves del milagro de una potencia que pasa de dejar atrás la pobreza a luchar por la hegemonía mundial con EEUU»
Dezcallar explica las relaciones exteriores de China a partir de la superación del principio enunciado por Deng Xiaoping: “Esconde tu fuerza, aguarda tu momento”. El gigante asiático quiere ocupar sin dilación el lugar que le corresponde en el mundo conforme a su peso económico y fiado de su capacidad militar, en crecimiento exponencial. Ya no le basta la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el liderazgo de los BRICS o ser el principal socio comercial de 120 países. El paso siguiente, explica, es modificar el orden internacional de acuerdo con un nuevo equilibrio de poder, basado en la soberanía de los Estados y no en la idea occidental de valores universales como fundamento de los derechos humanos.
La rivalidad con Estados Unidos, una verdadera batalla tecnológica e ideológica, se convierte de este modo en el eje de su política internacional. Presiona para recuperar Taiwán y proyectar su poder sobre el Mar del Sur de China, en contra del derecho internacional. Mantiene una “alianza sin límites” con Rusia, que pasa por apoyar la invasión de Ucrania, y compite con ventaja en el llamado Sur global frente a la influencia en declive de los países occidentales.
«Explica las relaciones exteriores de China a partir de la superación del principio de Deng Xiaoping: ‘Esconde tu fuerza, aguarda tu momento’»
El libro ayuda a pensar la situación actual de debilitamiento de la relación transatlántica y de renuncia de Estados Unidos a ser el proveedor de estabilidad global. Algunos europeos pueden creer que encontrarán un aliado mejor en Pekín. Pero como se explica al final de la obra, hay que hacer un esfuerzo por conocer mejor a China, entender que los países democráticos tendrán que defenderse de ella en ocasiones, y encontrarán la posibilidad de colaborar en otras.