AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 34

Egipto, de nuevo en casilla de salida

Editorial
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Al cierre de esta edición, 21 de junio de 2012, aún no había datos oficiales sobre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales egipcias, pero Mohamed Morsi, candidato de repuesto de los Hermanos Musulmanes, se había declarado vencedor y parecía llevar ventaja con un 51,73% de los votos frente al 48,26% de Ahmed Shafiq, candidato de la “continuidad”.

De nuevo, las presidenciales recuerdan que es mejor no hacer previsiones y que, de todas las conjeturas posibles, la antirrevolucionaria más inesperada puede, en último momento, hacerse realidad. Mientras los egipcios esperan saber quién será su nuevo presidente, Hosni Mubarak parece estar al borde de la muerte. Pocos días antes de los comicios, un tribunal le condenaba a cadena perpetua junto a su ministro del Interior, Habib El Adly, mientras otros altos cargos del antiguo régimen eran exculpados de la represión durante las revueltas. El régimen entregaba al símbolo para salvar al sistema, prueba de que sus estructuras permanecían firmes.

La indignación por las sentencias se sumó a la perplejidad por el resultado de la primera vuelta. Las encuestas apuntaban a Abdelmoneim Abul Futuh, antiguo hermano musulmán, y a Amr Musa, exsecretario general de la Liga Árabe. El famoso debate electoral televisado entre ambos jugó en su contra: quedaron en cuarto y quinto lugar, respectivamente, muy por detrás de los dos finalistas y de Hamdin Sabahi, la gran sorpresa de centro izquierda, apoyado por buena parte del electorado revolucionario.

De estos resultados se pueden sacar algunas conclusiones. Primero, las encuestas no logran acertar, por falta de experiencia, o porque se basan en un muestreo poco representativo, de barrios acomodados, sin tener en cuenta a las clases populares o rurales, feudos de los Hermanos Musulmanes o del desmembrado PND de Mubarak. Segundo, entre las legislativas y las presidenciales, los islamistas han perdido cerca…

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