POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 9

El discurso de la Presidencia española: proceso y objetivos

Francisco Fernández Ordóñez
 | 

La primera prioridad de la Presidencia española del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea es una que no se volverá a plantear dentro de seis años cuando volvamos a repetir esta experiencia: probar que somos capaces de llevar a buen puerto este cometido. Es decir, demostrar nuestra capacidad de gestión y de coordinación interna. En este sentido, el proceso de la Presidencia es tan importante como los resultados. Y no creo equivocarme al afirmar que, en cuanto a capacidad, ya hemos dado pruebas positivas.

La Presidencia, como esfuerzo, empezó para nosotros –hablo en plural, pues ésta es una labor de equipo, quizá la mayor labor de equipo nunca emprendida por el Gobierno y la Administración de España– mucho antes del 1 de enero. Se trataba entonces de organizar lo que iban a ser arduas labores. Y en este empeño ha desempeñado una labor fundamental de organización y coordinación la Secretaría de Estado para las Comunidades Europeas del Ministerio de Asuntos Exteriores.

España llevó a cabo toda una planificación pormenorizada, tentativa y por fuerza provisional, de los temas que se iban a cubrir. en las diferentes reuniones, durante su Presidencia. España no tenía obligación de hacerlo, ya que la decisión adoptada en el Consejo de Asuntos Generales de diciembre sobre Métodos de Trabajo en el Consejo y Presidencia no nos obligaba, al encontrarnos ya en fase preparatoria de trabajo. Pero con la medida adoptada voluntariamente forzamos el método de trabajo en una línea y, además, de este modo, la Administración española se obligó a fijar un marco de, referencia en el que basarse. No es exagerado afirmar que la Presidencia ha obligado a la Administración a superarse.

Los trabajos de preparación y coordinación no fueron sólo internos. Dado que el Consejo debe a menudo trabajar sobre la base de propuestas…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO