Pese a que las economías asiáticas (sin contar Japón) aumentaron en 1996 su PIB conjunto en apenas un 7,4 por cien, la cifra más baja desde 1991, el crecimiento de Asia oriental siguió duplicando con creces a la media mundial. Los motivos que explican ese crecimiento más lento son, sobre todo, de índole coyuntural.
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Banqueros centrales: poder y límites
La reforma de Niza: ¿hacia qué Unión Europea?
Las preguntas de la defensa europea