POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 225

En busca de respuestas

El periodista Marc Marginedas expone la amenaza que la Rusia de Putin representa para la paz y la estabilidad en Europa y el mundo.
Ángeles Espinosa
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Marc Marginedas (Barcelona, 1967) regresó como corresponsal a Rusia en 2015, trece años después de una primera estancia en la que fue testigo del ascenso de Vladimir Putin. No es sólo el cariño por el país lo que le lleva a repetir destino. Tiene una misión: busca respuestas a su secuestro en Siria por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS). Rusia contra el mundo es el resultado de ese empeño. Pero no se trata de un relato personal de aquella vivencia atroz, sino de una investigación periodística que, tirando de ese hilo, revela los métodos “oscuros y violentos” que aquel político a quien vio llegar a la presidencia en el año 2000 ha empleado para afianzar su poder desde entonces.



Rusia contra el mundo
Marc Marginedas
Ediciones Península, 2025
288 págs.


Visto desde fuera tal vez sorprenda que el secuestro de Marginedas a manos de los islamistas violentos del ISIS tenga algo que ver con un país excomunista y de mayoría ortodoxa situado a casi 3.000 kilómetros de distancia del lugar en el que le arrebataron seis meses de su vida. De la mano del reportero descubrimos, sin embargo, una tupida red de intereses espurios que aseguran el poder del inquilino del Kremlin. Sus servicios secretos, en los que Putin trabajó antes de dedicarse a la política, operan sin límites ni fronteras. Todo está permitido: desde la compra de voluntades, la manipulación de periodistas o los ciberataques, hasta las operaciones de falsa bandera, el terrorismo de Estado o el coqueteo con grupos yihadistas.

 

«Marc repite destino y no sólo por cariño. Tiene una misión: busca respuestas a su secuestro en Siria por el grupo terrorista Estado Islámico»

 

Apenas 24 horas después de ser retenido por un grupo rebelde sirio a principios de septiembre de 2013, Marginedas descubre que los cabecillas que realmente deciden son extranjeros. Uno de ellos habla ruso “con un fuerte acento del Caúcaso”. Tira de su conocimiento de ese idioma para intentar congraciarse con el barbudo. Contra todo pronóstico, este presunto islamista radical no le acusa de ser un cristiano que ha violado Dar-al-Islam (la casa del Islam), sino que amenaza con matarlo por haber entrado ilegalmente en Siria, es decir, sin el visado del régimen de Bachar el Asad contra el que combatían los sublevados. Ese sorprendente detalle se convierte en una obsesión para el periodista y es la semilla de este libro.

Con el mismo estilo ameno que Marginedas utiliza en sus crónicas y reportajes, Rusia contra el mundo engancha incluso al lector menos interesado en geopolítica. Los accidentes de tráfico, o los casos de envenenamientos o estafas urbanísticas se leen como si de una novela se tratara, pero desvelan un trasfondo de corrupción y redes mafiosas que alertan de un país desestabilizador del orden mundial. Al mismo tiempo, su exhaustiva documentación y testimonios de apoyo lo convierten en un libro de interés para estudiosos de Rusia en el ámbito universitario o en centros de análisis.

El texto resulta además muy oportuno. En un momento de enfrentamiento entre la Rusia de Putin y Europa –y no sólo por la guerra en Ucrania– constituye todo un aviso a navegantes para quienes creyeron que la interdependencia comercial bastaría para superar rivalidades históricas y cerraron los ojos a la invasión de Crimea. A diferencia de los habituales libros de periodistas, que se limitan a recopilar artículos previamente publicados, Rusia contra el mundo es un trabajo original que hila elementos conocidos con una perspectiva nueva. El experimentado reportero presenta su contenido como fruto de una obra coral y agradece “los conocimientos y las denuncias” de numerosos compañeros de profesión, sobre todo rusos. Que algunos hayan perdido la vida en el proceso, o se hayan visto forzados al exilio, da idea del riesgo que él mismo ha asumido.

 

«De la mano del reportero descubrimos una tupida red de intereses espurios que aseguran el poder del inquilino del Kremlin»

 

Marc Marginedas volvió a Rusia con una misión y ha logrado su objetivo. Tras leer el libro, se entiende que tuviera que salir apresuradamente de ese país al poco de iniciar su cobertura de la invasión de Ucrania.