POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 132

Kazajstán, al frente de la OSCE

Nicolás de Pedro
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Kazajstán ha alcanzado su aspiración de presidir la OSCE en 2010. Si para unos esta presidencia debilitará la organización, para otros supondrá un factor de estabilidad y acercamiento a Asia Central.

En 2010 Kazajstán ejercerá la presidencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). La presidencia kazaja comporta oportunidades, pero también desafíos. Por primera vez una ex república soviética desempeñará tal función, lo que supone una oportunidad para superar el clima de tensión que vive actualmente la organización. Al mismo tiempo, el incompleto proceso de democratización kazajo supone un desafío para una institución que hace de la promoción de los usos y valores democráticos una de sus banderas.

La OSCE aún puede desempeñar un papel decisivo en la generación de un entorno pacífico y cooperativo en el espacio euroasiático. Para ello es imprescindible restablecer el diálogo y la confianza entre los Estados participantes, en concreto entre Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea. El momento es especialmente delicado tras la guerra de agosto de 2008 en Georgia y el deterioro de la situación en Afganistán. La presidencia kazaja y su capacidad de interlocución serán críticos en la superación o en la profundización de la crisis de la OSCE.

En la organización participan 56 Estados, entre los que se encuentran todos los países europeos, EE UU, Canadá y las ex repúblicas soviéticas del Cáucaso y Asia Central. De esta manera, la OSCE cubre un enorme escenario que va de Vancouver a Vladivostok, si bien el espacio euroasiático es el área de atención prioritaria.

La CSCE, antecesora de la OSCE, nació durante la primera mitad de los años setenta como foro en el que promover la confianza entre los dos bloques de la guerra fría y evitar una posible confrontación. El clima de distensión permitió la adopción…

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