Los ataques terroristas a las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en agosto de 1998 y las subsiguientes represalias norteamericanas son un reflejo de una nueva tendencia: lo que el autor llamar las guerras del futuro. La creciente determinación norteamericana de luchar contra el terrorismo internacional puede conducir a problemas legales y diplomáticos, pero señala una preocupación creciente. El autor analiza en particular esos países del mundo musulmán que son considerados como las fuentes de los movimientos terroristas.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 66


Foro euromediterráneo de la energía
La industria ante las tuberías cerradas
La actualización de la política exterior cubana
La movilización social sacude América Latina
Política comercial después del Brexit
Política española de paz y seguridad
Unión económica y ciudadana
Un mundo de ciudades
Corea del Norte-Rusia: un matrimonio de conveniencia
ISPE 969. 11 enero 2016
El difícil camino para la paz en Colombia