AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 48

La participación económica de las mujeres en los países del Sur y Este del Mediterráneo

Jacques Charmes
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Mientras que las tasas de alfabetización y escolarización femeninas han aumentado considerablemente, sus índices de actividad siguen siendo muy bajos. Aparte de la agricultura, donde trabajan en forma de ayuda familiar no remunerada, las mujeres trabajan sobre todo en el sector de los servicios y en las industrias manufactureras. Aunque los índices de actividad de las jóvenes de entre 15 y 30 años tienden a aumentar, estos caen en cuanto se alcanza la edad de matrimonio y la de la primera maternidad.

Los países del Sur y Este del Mediterráneo, y más generalmente los de la región Oriente Próximo y Norte de África, se caracterizan por tener los índices de participación económica de las mujeres más bajos del mundo. La razón se atribuye en general a unos factores socioculturales, pero resulta interesante ir más allá, tal y como se ha hecho en el marco del reciente estudio «Enhancing Women’s Voice, Agency and Participation in the Economy. Studies in Egypt, Jordan, Morocco, Tunisia and Turkey» (Londres, 2015) del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo sobre el incremento de la expresión, del poder de actuación y de la participación económica de las mujeres.

Apoyándose en el marco analítico realizado por Amartya Sen, articulado en torno a las capacidades (en lo que se refiere a salud y educación), a las oportunidades (empleo, uso de medios de producción) y al poder de actuación (representación en las esferas del poder político, pero también económico y social), se trata de analizar el impacto del pluralismo legal (derecho positivo, derecho religioso y derecho tradicional o consuetudinario) que prevalece en estos países y, en concreto, su impacto sobre cinco formas de expresión del poder de actuación: acceso y control sobre los recursos; libertad en relación con el riesgo de violencia; libertad de movimiento; toma de decisiones…

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