POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 198

Bandera de la Unión Europea, con la sede de la Comisión al fondo (Bruselas, 16 de mayo de 2020). JONATHAN RAA/GETTY

La Unión Europea, actor diplomático supraestatal

Hace 10 años el Tratado de Lisboa revolucionó la arquitectura de la acción exterior de la UE. ¿Qué limita aún nuestro peso geopolítico?
Paula Lamoso
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La política exterior sigue siendo la piedra en el zapato de la Unión Europea. Cada paso que se ha dado en la institucionalización de esta política ha venido determinado por la incapacidad del club comunitario de dar una respuesta efectiva a amenazas externas. En los años ochenta y noventa, las crisis de Oriente Próximo, el desmembramiento de la Unión Soviética y las guerras en los Balcanes dieron lugar al Tratado de Maastricht (1992). La incapacidad de dar una respuesta al conflicto de Yugoslavia propició las reformas del Tratado de Ámsterdam (1997). Finalmente, los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos aumentaron la percepción de inseguridad global e hicieron que los Estados miembros se diesen cuenta de que la UE necesitaba instrumentos efectivos para poder desempeñar un papel decisivo, económico pero también político, en el escenario internacional.

Como resultado, los países miembros se plantearon en la Conferencia de Laeken (diciembre de 2001) qué papel debería desempeñar Europa en el mundo. Este sería el paso previo a la Conferencia sobre el Futuro de Europa que, después del fracaso del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, daría lugar a la firma del Tratado de Lisboa. Lisboa representó toda una revolución en la arquitectura institucional de la acción exterior de la UE. Creó el cargo conjunto de alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (AR), vicepresidente de la Comisión (VP) y director del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), único servicio diplomático supraestatal del mundo. Más de una década después de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa (diciembre de 2009), y teniendo en cuenta la actual reconfiguración del escenario geopolítico como consecuencia de la rivalidad entre China y EEUU, en particular acusada debido a los efectos derivados de la pandemia…

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