Los biocarburantes de primera generación tienen un desarrollo muy limitado y sólo serán justificables de producirse con cultivos específicos, de forma sostenible y sin afectar al mercado alimentario. Sin embargo, los de segunda generación ofrecen unas perspectivas esperanzadoras.
> NÚMERO 45


Septiembre-octubre 2006 - Papel
Septiembre-octubre 2009 - Papel
Una hora con Dominique Mockly