El recurso contra la Ley de Tratamiento Médico Asequible muestra hasta qué punto la polarización política de EE UU ha contagiado al Tribunal Supremo, la única institución que podía contenerla.
Los republicanos continúan el vía crucis de sus primarias sin mayor novedad: la monótona insistencia con que Mitt Romney encomia sus virtudes empresariales, única panacea, a su juicio, para los males económicos de Estados Unidos, no hace más que revelar la vacuidad de su programa. Los católicos siguen atónitos la doctrina del Opus Dei con que les sermonea Rick Santorum; hacía años que no oían un mensaje tan crudamente preconciliar que, por otro lado, solo aprecian los evangélicos. El electorado católico en EE UU valora particularmente la doctrina social de la iglesia, que Santorum parece desconocer. Pese a su mormonismo, prefieren a Romney; mientras que los evangélicos han proporcionado a Santorum el grueso de su apoyo.
Al principio nadie tomaba en serio el énfasis con que Santorum predicaba contra el aborto, la planificación familiar, el lugar de la mujer en la sociedad, el mérito de la castidad y la necesidad de imponer la religión a la política, entre otras increíbles concepciones teocráticas. Pero su sorprendente éxito ha revelado que retorna, en la geografía conservadora del país, el malestar de los “valores” que los republicanos han sabido explotar tan fructuosamente en el pasado y que parecía haber sido sustituido por la preocupación fiscal y la hostilidad libertaria del “partido del té” contra todo gobierno…

Tres victorias islamistas, ¿y después?
La revolución debe continuar, su espíritu sigue vivo
ASEAN en el horizonte
Las causas del superávit comercial chino
Tras la muerte de Navalni
El futuro del control de las armas nucleares
Carta de América: Nunca es tarde para las sorpresas en Washington
Año decisivo para Af-Pak
Una agenda iberoamericana de las migraciones
Sobrevivir sin el gas ruso
Aumento del yihadismo
Agenda latina
Modelo a desarmar
En defensa de las mujeres afganas 