POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 131

Washington en Oriente Próximo: ¿Una nueva política?

Mariano Aguirre
 | 

Obama, Clinton y Mitchell parecen decididos a cambiar la situación en Oriente Próximo. Sus directrices son; no más asentamientos, gobierno de unidad entre Hamás y Al Fatah que permita crear un Estado palestino y la implicación de potencias como Egipto, Siria y Turquía.

Al revisar las líneas maestras de la política exterior de Estados Unidos, el gobierno de Barack Obama está promoviendo una serie de pasos y negociaciones en Oriente Próximo que podrían provocar cambios sustanciales. La revisión obedece a un análisis de los diversos cambios internacionales que han modificado el peso de EE UU en el mundo. En el caso de Oriente Próximo, Obama y su equipo sitúan la creación de un Estado palestino como un paso esencial en la resolución del conflicto palestino-israelí, y clave para remediar el profundo deterioro de la relación entre EE UU y el mundo árabe. Desde la perspectiva de la nueva administración, la mejora de esta relación es un requisito que contribuirá a la seguridad de su país y de Israel.

Por segunda vez en seis décadas, hay signos de que algo puede cambiar en Oriente Próximo y que ese cambio se debería a una modificación en el rumbo de la política de Washington hacia la región. La Casa Blanca y el departamento de Estado han ejercido presiones sobre Israel en los últimos meses que hacen dudar a los actores políticos y religiosos que Washington siga siendo un aliado incondicional. Entre las iniciativas resalta la exigencia de detener la creación de nuevos asentamientos israelíes que albergan a 460.000 colonos en tierras palestinas, apoyar la creación de un Estado palestino y no supeditar la negociación a factores externos (el programa nuclear de Irán) o a la debilidad palestina (división entre Al Fatah y Hamás). Al mismo tiempo, se está presionando a estas organizaciones para…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO