Informando desde Mosul

María Ruiz Guitera
 |  19 de junio de 2015

Mosul vive en un estado de crisis y espera”, asegura el historiador independiente –como se define a sí mismo– que está detrás de la cuenta Mosul Eye. Este comunicador local tenía, hasta hace pocos días, cuentas en Facebook y Twitter bajo este pseudónimo donde publicaba el día a día en Mosul, pero ahora solo tiene abierto su blog. A través de estas plataformas relata con todo detalle lo que se trajina en la perla del califato, desde que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) conquistase la ciudad.

El 10 de junio se cumplió un año de la caída de Mosul bajo el yugo del ISIS. La tercera urbe más grande de Irak, después de Bagdad y Basora, era asaltada en 2014 por cientos de yihadistas respaldados por las células secretas que habían creado en la ciudad. El Ejército iraquí encargado de custodiarla huía a los cuatro días sin apenas resistencia, dejando tras de sí un arsenal militar de gran utilidad para la organización. Mientras, miles de habitantes se exiliaban con lo puesto a zonas más seguras, como Kurdistán.

“Mi trabajo como historiador necesita un enfoque imparcial –asegura Mosul Eye– que voy a cumplir. Solo voy a comunicar los hechos que veo”.

“Cuando el ISIS entró en Mosul, los combatientes extranjeros procedían de Túnez y Argelia. Hoy vemos a otros miembros extranjeros: entre ellos un alemán y un estadounidense de ascendencia china que se unió a los combates tras su captura en 2006”, afirma. Además, describe los continuos cortes de agua e internet, los bombardeos diarios, los asesinatos públicos. Y la subida de los precios, que “ha causado un estado de extrema ansiedad en los ciudadanos”. Aunque es imposible verificar la autenticidad del blog, los detalles que cuenta sobre la vida bajo el control del ISIS han atraído a muchos seguidores de todo el mundo.

Recientemente, la BBC filtraba un vídeo que revela el horror de la vida de un Mosul devastado por los yihadistas. Las imágenes exclusivas tomadas por la cadena británica echarían por tierra las publicaciones propagandísticas del ISIS, que en su Guía breve del Estado Islámico (2015) se referían a los territorios del califato como “lujosos complejos de vacaciones”, y comparaba sus grandes ciudades con las “cosmopolitas Londres y Nueva York”.

 

Puesto de control ISIS MOSUL

Puesto de control del ISIS en Mosul, imagen filtrada por la organización. 

Más bien se trata de una ciudad en la que fumar está prohibido y la pena son 70 latigazos. La lectura está restringida a determinados libros. El adulterio conlleva la muerte: los hombres son lanzados desde lo alto de un edificio, y las mujeres lapidadas públicamente. Robar se castiga con la mutilación de la mano, y se rumorea que hablar por el móvil supone la amputación de una oreja. El niqab es obligatorio para las mujeres y la barba para los hombres. Y la única educación permitida es la que marca el ISIS.

Otro logro de la BBC ha sido publicar unos diarios de residentes de Mosul –protegidos por nombres falsos– que describen cómo es la vida desde que llegó el ISIS. Faisal esconde en su casa a un amigo, antiguo guardaespaldas de jueces, que ahora vive en la clandestinidad. “Mi amigo no se mueve por las calles mucho, porque el ISIS tiene combatientes por todas partes”, confiesa. Mays es profesora, y durante la ofensiva de los yihadistas, estaba con sus hijos visitando a su familia en Bagdad. Comenzó a planear su regreso a Mosul para estar cerca de su marido, pero todos los caminos estaban bloqueados. “Finalmente llegué a casa, poco después de la medianoche del 20 de junio. Me sorprendí y asusté por lo que vi en las calles, donde los grupos armados vagaban alrededor”. Nizar asegura que, durante los ataques aéreos de la coalición, los yihadistas “apagan las luces de las casas que ocupan y algunos se marchan en sus coches robados”. Un amigo suyo, relata, preguntó a un miembro del ISIS por qué huían. “El miembro le respondió que temen que los ataques se dirijan contra las casas de los cristianos que ellos han ocupado, porque los cristianos habrán informado a la coalición de su localización”.

A principios de 2015, un fotógrafo sirio viajaba clandestínamente a Mosul. Antes, ya lo había conseguido en Raqqa. “El ISIS ha formado recientemente una policía militar. Hombres armados e incluso niños con uniformes de color beige se ven a menudo en las principales calles de Mosul”. También relata la realidad de la minoría cristiana, que ha tenido que decidir entre convertirse, pagar impuestos adicionales o huir. “Esta tienda es una de las muchas que se requisó por el mero hecho de que su propietario es un cristiano”. Los bocetos de sus fotografías que acompañan estos testimonios fueron publicados por Vanity Fair.

 

Prisión o muerte: el riesgo que corren los informadores

Mientras los ciudadanos de Mosul esperan una liberación ya anunciada, muchos profesionales siguen arriesgando sus vidas para informar sobre el terreno. El ISIS ha perseguido a periodistas y fotógrafos dentro del marco de su política de terror, pero aún quedan héroes que resisten en la ciudad. El periodista iraquí Abu Bashar es uno de ellos. Refugiado en casa de sus parientes, trabaja desde la clandestinidad. En el califato, su trabajo se paga con la prisión o la muerte.

En mayo de 2015 la organización ejecutaba al periodista Faras Yasin, acusado de apostasía, y aún mantienen prisioneros a otros siete profesionales locales. Reporteros Sin Fronteras ha denunciado la violencia generalizada y la impunidad del ISIS en Irak, que complica la situación de los periodistas en el país. La organización ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que lleve los crímenes de guerra contra los periodistas en Irak y Siria ante la Corte Penal Internacional. El 26 de mayo, el Consejo de Seguridad aprobaba la Resolución 2222 que condena los ataques contra periodistas en zonas de conflicto.

La toma de Mosul marcaba el inicio de la expansión del ISIS por el norte de Irak, aprovechando la fragilidad del Estado para expandir su califato. Pero la liberación de Tikrit ha llenado de esperanza a los que quieren acabar con los yihadistas. En enero de 2015, los soldados peshmerga liberaron localidades colindantes a Mosul. En junio, funcionarios iraquíes aseguraban haber iniciado la ofensiva sobre la ciudad junto con las fuerzas kurdas, con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. La Casa Blanca acaba de anunciar el envío de 450 militares a Irak para entrenar al Ejército que combate al ISIS. El primer objetivo es liberar Anbar, provincia cercana a Bagdad, para luego pasar a Mosul.

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