#ISPE: Amarga victoria de Maduro

 |  23 de abril de 2013

 

Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior (#ISPE): crisis en Venezuela.

El no reconocimiento del candidato opositor, Henrique Capriles, de la ajustada victoria electoral de Nicolás Maduro el 14 de abril, por el 50,7% frente al 48,9% de los votos, según las cifras oficiales, anticipa que el chavismo sin Hugo Chávez va a ser una fase de la “revolución bolivariana” mucho más turbulenta de lo que se preveía.

Por de pronto, Maduro ha acusado a Capriles de “asesino” por convocar manifestaciones de protesta en las que murieron ocho personas en enfrentamientos callejeros, anunciando que no le reconocerá como gobernador por haberle considerado un “presidente ilegítimo” tras su proclamación en una ceremonia relámpago el día después de las elecciones.

A su vez, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha dicho que no concederá la palabra a los diputados que no reconozcan a Maduro. Unos resultados tan estrechos hacían inevitables las tensiones, sobre todo en un país tan polarizado. Y hoy partido en dos. Cualquier incidencia menor o irregularidad en el recuento o en las circunstancias del sufragio podría anular un número de votos suficientes para eliminar el margen de 230.000 votos a favor de Maduro. Y las anomalías han sido numerosas.

A Capriles se le negó el acceso al potente aparato de comunicación controlado por el gobierno. Los asesores cubanos de los servicios de inteligencia, a los que Capriles amenazó con expulsar del país, controlan los registros civiles. Los dirigentes opositores han intentado ser neutralizados mediante juicios de tinte político, vetándoles de cargos públicos, despojándoles de recursos y marginándoles por medio de cambios en las reglas electorales.

Las amplias ventajas electorales obtenidas Chávez a lo largo de 14 años acallaron las protestas de sus adversarios. Pero ésta vez las cosas han cambiado, lo que arroja una sombra de sospecha sobre el nuevo gobierno, que inaugurará su mandato en condiciones de extrema vulnerabilidad.
El caudal de votos de la oposición no ha dejado de crecer. En seis años, la ventaja de chavismo cayó del 25,9 al 1,5%. Esta vez Capriles recibió casi 7,3 millones de votos, frente a los 6,5 millones de octubre de 2012, cuando Chávez logró ocho millones. Ahora su heredero captó 7,5 millones. Es decir, medio millón de votos chavistas se cambiaron de bando.

 

Triunvirato en Caracas

Ahora Maduro se tendrá enfrentar a una oposición revitalizada pero también a las disensiones internas. Aunque Maduro fue el delfín elegido, el poder pasó a manos de un triunvirato que comparte, por ahora, con Cabello y Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa, la petrolera estatal. Los resultados del 14 de abril van a hacer difícil que Maduro pueda disolver ese triunvirato. La misma noche de la jornada electoral, Cabello escribió en su cuenta de Twitter que “los resultados nos obligan a hacer una profunda autocrítica”.

Algunos analistas creen que las fuerzas armadas recuperarán un rol arbitral porque el punto débil de Maduro –que lo es, a su vez, el más fuerte de Cabello, oficial retirado– es su escasa influencia entre los militares, cuyo poder aumentó exponencialmente con Chávez, que sabía cómo demandarles obediencia y disciplina. Nadie sabe ahora cuanto tiempo durará su lealtad a Maduro, sobre todo porque heredará un inmenso poder hecho a la medida de su creador, no de ninguno de sus posibles sucesores.

Según Domingo Irwin, uno de los mayores expertos en historia militar venezolana, “en los últimos 100 años, no ha trascurrido un lustro sin que grupos de oficiales se implicaran en actividades conspirativas”. Un funcionario de la campaña de Capriles ha declarado que el candidato se ha reunido con militares. No está confirmado, pero suena verosímil, casi inevitable.

El carisma nunca ha sido transferible por vía testamentaria. Y menos si se trata de encumbrar a otro presidente vitalicio que carece del desarrollado instinto político y el magnetismo personal de su mentor. En su campaña, Maduro demostró ser un mal imitador de Chávez. Un analista lo describió con un sarcasmo: “Lo que fue Chávez a Bolívar, va a ser Maduro a Chávez”.

Para afianzarse, Maduro tendrá que superar condiciones económicas muy difíciles, con una inflación que podría llegar este año al 30%, un déficit fiscal del 13%, carestía de alimentos y cortes crónicos de electricidad. El dólar en el mercado negro se cotiza a tres veces la tasa oficial, y ello a pesar de que el gobierno ha devalado el bolívar dos veces en lo que va de año. El ministro de Economía, Jorge Giordani, ya se ha atrevido a decir que “la regaladera se acabó”. Reducir el gasto público y los subsidios echará más gasolina al fuego.

En el próximo número de Política Exterior, mayo-junio de 2013, trataremos la cuestión venezolana, con un artículo de Luis Esteban González Manrique titulado «El populismo del siglo XXI».

 

Para más información:

Elizabeth Burgos, «Venezuela: chavismo y el futuro del ‘petro-Estado’». Política Exterior 149, septiembre-octubre 2012.

Jonathan Watts, «Nicolás Maduro: how can he build on the Chávez legacy». The Guardian, abril 2013.

Carlos Malamud, «El liderazgo en América Latina tras la muerte de Hugo Chávez». Comentario Real Instituto Elcano, marzo 2013.

Gonzalo Escribano, «La política energética de Venezuela, con y sin Hugo Chávez». Comentario Real Instituto Elcano, marzo 2013.

 

1 comentario en “#ISPE: Amarga victoria de Maduro

  1. La victoria del Sr.Maduro no es una sorpresa para nadie, se sabia de antemano que iba ganar el Chavizmo por la nostalgia de la desaparicion del presidente Hugo Chavez aun con ello tampoco se debe descartar que no hubo fraude en aquellos comicions viendo la diferencia minima del ganador y el control del aparato del Estado por el partido en el gobierno.La ajustada vitoria deja al Chavizmo en una posicion debil como nunca en estos ultimos años en que asumieron el poder en Venezuela.El Sr.Capriles deberia alegrarse no haber ganado aquellas elecciones ya que la situacion economica de Venezuela esta en una situacion desatrosa que los causadores de esa situacion sigan con sus politicas desastrosas que acabaran con ellos.La tarea no iba ser facil para Capriles ni subestimar su capacidad y tenacidad para cambiar la gestion publica en el pais, sino por la ardua tarea de montar el tejido economico y social seriamente dañado por la mala gestion de los Chaviztas.La inflacion alacaza niveles de explosion social, la subvencion de los productos basicos con las rentas petroleras no seran suficientes con las crecientes demandas, la produccion de los hidrocarburos esta reducida.La politica con el Gobierno Revolucionario de Cuba que beneficia del petroleo de Venezuela que da oxigino a los que ostentan el poder en Cuba.Pero el problema mas complicado que tiene Maduro no solo con quienes votaron contra el sino dentro de su propio electorado, es la presencia de elementos Cubanos en todas las esferas del pais, esa penetracion Cubana inquieta a los Venezolanos y Venezolanas sabiendo que es un pueblo muy orgulloso y patriotico que confia en su saber hacer que acudir a expertos Cubanos donde no se respeta las libertades publicas ni los Derechos Humanos donde tampoco no existe alternancia en el poder sino un partido Unico familiar de los hermanos Castros que secuestraron a Cuba desde hace mas de medio siglo y ahora asesoran al gobierno Venezolano como intimidad y opresar a su pueblo como se vio hace poco militares disparando a los manifestantes que reivincadican el recuento de votos.El Chavizmo no se puedo comparar de momento con el Peronismo en Argentina habria que esperar una o dos decadas para analizar su impacto si sobrevive a Hugo Chavez y el Chavizmo como ideologia poltica.Con la situacion sombria que empieza Maduro con su gobierno acusando a los EE.UU, Colombia de querer asesinarlo y empleando un lenguaje poco diplomatico con España y Peru este ultimo pais miembro del ALBA, solo por considerar conveniente el dialogo interno tras los incidentes graves que surgieron en el pais tras las elecciones.Por otro lado el papel de los militares sigue siendo una incognita de momento pero tampoco se descarataria a largo plazo que no tomen el control de la situacion del pais para poder orden en la gestion publica aunque esa opcion seria la menos deseada pero viendo la situacion actual del pais seria la menos mala en beneficio de todos ya que el pais esta polarizado como nunca.Para el bien de todos Maduro debe convocar una mesa de dialogo nacional, verdad y justicia y reconciliacion para que todos los Venezolanos se sienten integros y no marginados por ejercer sus derechos civiles y politicos como les amapara la Constitucion. Sin demoracia no habra futuro.

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