Política en Italia: de Pinochos, Grillos y Hombres de Mantequilla

 |  18 de abril de 2013

 

Italia vive, desde las elecciones generales del 24/25 de febrero, entre la parálisis y el frenesí. La imposibilidad de formar gobierno ha llevado a un acuerdo de facto entre las principales fuerzas políticas. Primero, elegir un sustituto para Giorgio Napolitano, presidente de la República, cuyos siete años de mandato expiran el 15 de mayo. Segundo, intentar una vez más formar gobierno o, en su defecto, convocar nuevas elecciones.

Por el momento, el gobierno técnico de Mario Monti ha visto prorrogado su mandato. En paralelo, un grupo de sabios intenta encontrar puntos de encuentro en torno a las reformas  económicas e institucionales que necesita el país. Mientras tanto, los tres principales bloques –el Partido Democrático de Pier Luigi Bersani; el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Beppe Grillo– se enzarzan en mil y una batallas. Desde el candidato para suceder a Napolitano hasta el precio del café en las cafeterías del parlamento.

En el próximo número de Política Exterior contamos con Roberto Toscano, investigador del Cidob, para analizar de la delicada situación política en Italia. Toscano recurre a Carlo Collodi y su Pinocho para criticar tanto a la casta política como a la sociedad italiana de hoy día. “Pinocho se mete en unos líos tremendos, se deja estafar por el Gato y el Zorro, odia a Pepito Grillo, que le exhorta a portarse bien, y sigue al Hombre de Mantequilla, quien le lleva al País de los Juguetes, donde Pinocho se transforma en un asno –explica Toscano–. ¿Y quién sino Berlusconi es el hombre de mantequilla de nuestro tiempo?”.

Monti sería una figura entre “Pepito Grillo moralista, médico de urgencia y dictador romano”, a quien la república dio un mandato limitado en el tiempo en situación de máxima emergencia. “Solo si se ve al borde de la muerte puede Pinocho escuchar a Pepito Grillo y tragarse sus monsergas y la amarga medicina de su austeridad económica –apunta Toscano–, una verdadera cuaresma frente al carnaval permanente que le ofrece el Hombre de Mantequilla”.

 

Beppe, no Pepito Grillo

En las elecciones, otro Grillo ha hecho acto de presencia, eclipsando a Monti. Toscano define al Movimento 5 Estrellas de Grillo como unos “indignados” que, a diferencia de España, no bajan a la calle –lo hicieron solo para escuchar a su líder en el momento de las elecciones– pero escriben, firman, construyen redes. Todo de una manera tan eficaz (y prácticamente invisible) que su espectacular resultado electoral ha cogido por sorpresa al país entero, y a ellos mismos.

Según Lluís Bassets, el M5E responde a un cambio generacional –el 40% de los jóvenes les han votado–, social y tecnológico. De las ruinas de la mediación política tal y como la hemos conocido emerge una sociedad política más horizontal, menos jerárquica, organizada de forma descentralizada y en red.

“El M5E es parte del cambio geopolítico que está transformando el mundo y lo grave de la vieja cultura política es la sorpresa con que ha recibido su aparición de la noche a la mañana como árbitro parlamentario y por tanto como vencedor en las urnas –explica Bassets–. No es antipolítica, es una nueva forma de hacer política”.

En el ojo de huracán –entre Berlusconi y Grillo, y alejado de Monti–, se sitúa Bersani, a quien muchos no pronostican una larga vida política. Si se celebrasen elecciones, Berlusconi y Grillo tendrían algo que decir, pero pocos apuestan por Bersani. El “candidato natural” del centro-izquierda, en palabras de Silvia Francescon, investigadora del ECFR, sería Matteo Renzi. El alcalde de Florencia, de 38 años, perdió las primarias ante Bersani en diciembre de 2012. Tiene experiencia política y, sobre todo, es un excelente comunicador. Renzi, que ya ha empezado su campaña, podría robarle votos tanto a Berlusconi como a Grillo.

Una vez ganadas las elecciones, tarea que se antoja en estos momentos inverosímil, a Renzi le quedaría el trabajo de enderezar el rumbo de un país a la deriva. Independientemente del posible resultado, Berlusconi y Grillo compartirán el mismo afán.

 

Para más información:

Silvia Francescon, «Fate presto Italia!». ECFR, abril 2013.

Lucio Caracciolo, «Italia, de nuevo, en el centro del mundo». Política Exterior 145, enero-febrero 2012.

 

 

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