#ISPE: El riesgo de la "sino-dependencia" en América Latina

 |  20 de mayo de 2013

 

Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior (#ISPE): «sino-dependencia» latinoamericana.

China es hoy la principal fuente de crecimiento de las principales exportaciones de materias primas de América Latina y el Caribe (AL-C). Entre 2005-10 se duplicaron tanto las importaciones chinas como sus exportaciones a la región, según cifras de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL). Las commodities representan alrededor del 50% de las exportaciones suramericanas.

Estas son hoy el 31% de las importaciones de China mientras que las materias primas suponen el 27,7% de la suma total. El boom de los bienes primarios explica que desde 2003 la región haya duplicado su participación en el PIB global, hasta el 8% actual.

Pero la dependencia del crecimiento chino está generando problemas similares a los que tuvo en el pasado por su sujeción a la demanda de EE UU y Europa. El valor de las exportaciones brasileñas, por ejemplo, cayó un 8% en el primer trimestre de este año. Chile y Perú, dos de los mayores productores mundiales de cobre, destinan alrededor de un tercio de su producción cuprífera al gigante asiático, por lo que la desaceleración de la economía china está creando una creciente inquietud sobre sus perspectivas económicas.

El precio del cobre está hoy en los 3,35 dólares por libra. En 2012 rondó los 3,6 dólares. El cobre representa casi la mitad de las exportaciones chilenas, lo que explica que el déficit por cuenta corriente alcance este año el 4% del PIB, según el FMI. Alejandro Werner, economista jefe para AL-C del FMI, advierte que “las condiciones externas favorables no durarán siempre”. Si los “superciclos” de las materias primas duran una media de 30 años –como sostienen algunos analistas– entonces la región se encuentra en medio del ciclo actual, una coyuntura que debería aprovechar para la diversificación de sus tejidos productivos.

Los riesgos de la complacencia son excesivos. Muchos analistas creen que incluso una tasa de crecimiento del 7,5% de la economía china va a ser difícilmente sostenible en los próximos años, debido a que el gobierno de Pekín ha paliado la caída de los ingresos por exportaciones inundando de crédito el mercado interno para mantener la inversión sobre niveles del 35-49% del PIB.

El problema es que en 2007, por cada dólar extra de inversión, China obtenía un dólar extra de crecimiento de la producción. Hoy necesita entre tres y cuatro dólares para lograr ese mismo resultado, lo que indica que el crédito de la banca pública está financiando proyectos cada vez menos rentables.

 

Para más información:

Jiang Shixue, «La cooperación Sur-Sur de China y Latinoamérica». Política Exterior 145, enero-febrero 2012.

Javier Santiso, «China cada vez más cerca de América Latina». Economía Exterior 56, primavera 2011.

Margaret Myers y Yang Zhimin, «¿Qué significará el 12º Plan Quinquenal de China para las relaciones sino-latinoamericanas?». Apuntes Inter-American Dialogue, abril 2013.

The Economist, «Chindependence«. Artículo, septiembre 2012.

The Economist, «Can China´s leaders revive the economy and reform it at the same time? «. Artículo, mayo 2013.

 

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